viernes, 31 de enero de 2020

De cerca: Iago López.



- Como futura perla del Deportivo de La Coruña, este carrilero diestro vio como el sueño de llegar al primer equipo se iba esfumando pese a sus altas expectativas en la cantera del club herculino. No obstante, en los últimos años ha ido encontrando acomodo en varios clubes que le han permitido madurar.
Se marchó al fútbol catalán para progresar en el Peralada, de donde inmediatamente pasaría a fichar por el Girona C.F., con el que solamente ha disputado amistosos. Actualmente se halla cedido en la U.D. Logroñés.

Iago López Carracedo nació en Lugo el 6 de abril de 1999, aunque es natural de Castro Ribeiras de Lea, una localidad luguesa donde creció y se convirtió en futbolista antes de trasladarse a La Coruña para fichar por el Dépor.

Es un lateral derecho con mucha proyección, un chaval con clase para incluso jugar más adelantado y que contó con opciones para representar a la selección española en algunos de sus rangos juveniles. Es elegante y sabe mover el balón, y sobre todo tiene descaro.
Salió de su pueblo en busca de un sueño, como muchos. Iago llegó a la disciplina del Coruña para entrenar al lado de otras promesas como Quique Fornos, Jorge Valín o su tocayo Parga. En el fútbol base deportivista comenzaría a sobresalir.

Llegó a entrenar con el Fabril, dirigido por Cristóbal Parralo y el uruguayo Munúa posteriormente. Sin embargo no llegaría a debutar en Segunda B, finalizando su estancia en la ciudad herculina tras su segundo año como juvenil.

Habiendo aprendido mucho en su etapa como deportivista, Iago López pondría rumbo a tierras catalanas para dar un giro brusco a su carrera. Un modesto club catalán se había interesado en el joven lateral gallego, que al fin dispondría de la posibilidad de competir en la categoría de bronce con el Peralada.
Y así fue, con Chicho en el banquillo, el lucense se encontraría la titularidad de golpe y porrazo, después de haber tenido unos minutos al sustituir en la zaga a su compañero Mario, en un empate como locales (1-1) ante el Conquense.

A partir de la siguiente jornada, el 16 de septiembre de 2018, Iago afrontaría la titularidad en detrimento de su compañero lesionado. Saldría de inicio fuera de casa ante el Barcelona B, en el que cumplió con creces para sacar un valioso empate de la Ciudad Condal (0-0).

Iago López se ganaría la titularidad a base de esfuerzo y grandes actuaciones, cumpliendo en la temporada 2018\19 con un total de 29 apariciones, en una categoría desconocida y en la que registraría sus primeros goles ante equipos como el Badalona y el filial blaugrana cuando el último visitó Perelada.

Sus brillantes actuaciones no pasarían desapercibidas para muchos clubes, algunos de la misma división y otros de mayores aspiraciones. El Girona, recién descendido a la categoría de plata, se haría finalmente con los servicios del carrilero lucense que, habiendo finalizado su situación contractual con el Deportivo, aterrizaría en Girona.
En principio contaría para el equipo filial, pero el técnico del primer equipo, Juan Carlos Unzué, seleccionaría al joven alero para realizar la pretemporada con el equipo de mayores, algo que ni el propio jugador esperaba.

Iago López participó en la pretemporada 2019\20 con el primer equipo del Girona. 

- Iago participó en algunos amistosos con el Girona y, al finalizar la pretemporada, el club decidió buscarle un equipo en el que seguir compitiendo a buen nivel y con la esperanza de retornar con la ambición de ganarse un puesto en el primer equipo, que actualmente aspira a regresar a la máxima categoría.

Por el momento, el lateral diestro lugués sigue adquiriendo experiencia en Segunda B con la U.D. Logroñés, club al que se incorporó en calidad de cedido a comienzos del presente curso. Iago se acerca a los cincuenta partidos en Segunda B.

jueves, 30 de enero de 2020

¿Te acuerdas de Quecho?



- Muchos lo recordaban por ser el hijo de un icono del celtismo, el legendario extremo cántabro Santiago Sanz Fraile "Yayo". Como hizo su progenitor, vistió la camiseta celeste. Y, al igual que él, eligió hacerlo como atacante, sólo que éste se decantó por una opción más cercana al gol, pues Santiago hijo era un espigado delantero con más vocación de gol que el mítico en inolvidable Yayo.

A Santiago Sanz Méndez se le conocía más bien como "Quecho". Su padre era cántabro, pero éste nació el 1 de marzo de 1962 en la ciudad de Vigo (Pontevedra). Toda su carrera se desarrolló entre Celta, Ourense y Arenteiro.
El joven vigués contaba con dieciocho años de edad cuando se formó en las secciones inferiores célticas. El primer equipo se hallaba en Segunda División B buscando el rápido ascenso a Primera en la temporada 1980\81.

- Con el Celta habiendo liderado la tabla del  grupo I en su grupo de Segunda División B, y tras haber realizado un excelente campeonato en el que no hubo rival, los vigueses se enfrentaron al Real Mallorca para decidir el título de campeón absoluto de la categoría. En este partido hizo primera aparición Quecho, entrando en el terreno de juego en lugar de Galera y para ganar el partido por 1-3 en tierras mallorquinas. También jugaría el partido de vuelta en el estadio de Balaídos, llegando a marcar su primer tanto con la elástica celeste.
En la siguiente campaña (81\82), el atacante vigués ya entraría a formar parte del plantel que buscaría otro fugaz ascenso, esta vez a Primera División. Quecho contaría con bastantes oportunidades para lucir sus cualidades en la categoría de plata española, pues Pavic confió en él y le dio la oportunidad de jugar en 17 ocasiones.

Al Celta todo le salió a pedir de boca, y al término del campeonato conseguiría retornar a Primera después de tres años fuera de la misma. Y como no podía ser menos, Quecho contribuyó con un gol para aportar su granito de arena en el gran año de los célticos, su segundo y último tanto para el R.C. Celta. El joven Santiago marcaría el segundo de los cinco tantos que el conjunto vigués endosó al Levante en Balaídos (5-1).

Con el Celta ya en la categoría máxima, y tras realizar un merecido homenaje a Manolo "el gran capitán", los célticos prepararon con ilusión su reaparición en la máxima categoría del fútbol español .Quecho realizaría el  "stage" en Cabeza de Manzaneda junto al resto de sus compañeros, formando parte de aquel R.C. Celta compuesto por jugadores como Ademir, Mercader, Mori, Barciela, Canosa y Lemos entre otros.

Mientras se atravesaba una profunda crisis en el seno de la junta directiva, Quecho aguardaba con impaciencia su particular estreno en Primera División con el equipo de su ciudad, como ya haría su padre en tiempos más remotos.

Así que Milorad Pavic no tardaría en concederle sus primeros minutos en el fútbol de élite y, ya en la primera jornada de la liga 82\83, se estrenaría en Primera con el Celta. El todavía joven delantero gallego saldría del banquillo en el minuto doce de la segunda parte, en un partido ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán.
El objetivo era claro, habría que tratar de romper el empate a cero en un partido dificultoso en el que podía ganar cualquiera de los dos rivales, pero para colmo de los gallegos, sería el conjunto de Híspalis quien se llevaría los dos puntos tras el tanto firmado por el sevillista Santi, cuando faltaban escasos minutos (1-0).

Finalmente jugaría un total de 14 partidos con el Celta, con el desafortunado final del descenso del equipo al término de aquella nefasta campaña. La espina que le quedó clavada a Quecho fue la de no poder hacer ningún tanto en la mayor división de España. Por lo demás, consiguió cumplir el sueño de debutar en la misma.

Plantilla del Ourense que consiguió el ascenso en 1995, con Quecho de pie a la derecha.

- Parecía contar con un hueco en la plantilla en el verano de 1984, pero finalmente sería descartado por el técnico Cid Carriega y el jugador acabaría desvinculándose del club para fichar por el C.D. Ourense.

Tras dos años en el conjunto rojillo, ficha por el Arenteiro de Carballiño, y allí juega durante dos años hasta regresar de nuevo a Ourense en 1988. Continuó jugando para el club de O Couto hasta el fin de su carrera, habiendo conseguido un ascenso a Segunda División en la temporada 1994\95. Quecho se convirtió en una leyenda del cuadro ourensano junto a jugadores como, Quino, Preciado, Nolis y otro ex-céltico  el guardameta Hortas.

De cerca: Pablo Pérez.



- Permaneció unos años sin competir en la Segunda B hasta que surgió la oportunidad de fichar por el Marino de Luanco, donde se halla ahora. Hasta entonces ha jugado en varios clubes de distintas ciudades.
Salió de las secciones menores del R.C. Celta de Vigo y pasó por el Somozas, de donde tendría su primera aventura fuera de Galicia jugando para el Arenas de Getxo. Después pasó por el Palencia, Jumilla, con vuelta al Somozas y un breve paso por el club de su ciudad, de donde se iría a tierras asturianas.

Pablo Pérez Blanco es un jugador de perfil defensivo que nació en la localidad orensana de Verín, el 19 de noviembre de 1994. En equipos modestos de su Ourense natal jugó hasta ser captado por los ojeadores del Celta en 2011.

Juega principalmente como defensa central, aunque en sus inicios fue utilizado también como lateral derecho e incluso centrocampista. Es un jugador de buena estatura (1´82 cm) que posee grandes condiciones como para funcionar en el eje central de la zaga, posición en la que parece sentirse más a gusto.
Empezó en A Madroa jugando para el equipo juvenil, en el que por entonces ya se hallaban perlas del fútbol gallego como Rubén Blanco, Yelko Pino, Thaylor Lubanzadio y su compañero de zona David Costas, entre otros.

Progresó como juvenil hasta colarse en el equipo filial directo del Celta, en el que como entrenador se hallaba David De Dios. Mientras el primer equipo volvía a competir entre los grandes con Luis Enrique en el banco de Balaídos, Pablo trataba de llamar la atención con sus primeras apariciones en la categoría de bronce.

Debutó en Segunda B en un partido frente al Marino de Luanco, curiosamente, su club actual. Aquel 15 de septiembre de 2013, en el Campo Municipal de Barreiro, Pérez cumplió perfectamente en casi todos los minutos que participó, ayudando de forma exitosa a su equipo a vencer al cuadro asturiano por 1-0.
Aún tendría diez apariciones más con el Celta B, que logró la permanencia en un buen año para lo que la disciplina viguesa, que ya no contaría con el zaguero orensano de cara al siguiente curso 2014\15.

Sin más opciones en la ciudad olívica, el de Verín puso rumbo a la provincia de A Coruña para fichar por la Unión Deportiva Somozas, que por entonces también concursaba en Segunda División B. En su único año con el conjunto de Pardiñas participó en 22 encuentros e hizo sus primeros goles en la categoría.

Gustaron mucho sus acciones con el Somozas, lo que le valdría para seguir teniendo opciones con otros equipos de nivel semejante e incluso superior. Pablo Pérez gustaría en el País Vasco, y allá se trasladaría para fichar por el Arenas Club.
Con Jon Pérez "Bolo" de entrenador, el orensano no contaría con la titularidad en Gobela, llegando a participar en una quincena de partidos en la única campaña que jugó para la escuadra rojinegra, de la que se desvinculó en 2016.

Tras su paso por Celta B, Somozas, Arenas y Palencia, Pablo Pérez jugaría para el F.C. Jumilla.

- Continuó jugando en la división de bronce con el Palencia, para el que jugó una temporada que acabaría con dramático descenso a Tercera. Pablo no viviría el descenso, ya que en el mercado invernal se unió en calidad de cedido al Jumilla, con el que concluyó el ejercicio 2016\17 sin pena ni gloria.

Después jugó en Tercera para equipos como Somozas y Ourense C.F., y ya en 2019 ficharía por el Marino de Luanco, con el que vuelve a jugar en Segunda B. Hasta la actualidad, Pablo Pérez lleva más de ochenta partidos en la categoría.

miércoles, 29 de enero de 2020

¿Te acuerdas de Alejandro Santín?



- Aún ni existía el C.D. Lugo cuando Alejandro Santín Díaz estaba a punto de conocer la Primera División, una categoría en la que nunca llegaría a participar al ser la tercera opción de un Real Zaragoza recién ascendido.
Jugó para otros equipos de Lugo, así como en la vieja Gimnástica Lucense y el Racing de Ferrol. Además de Zaragoza, compitió en la división de plata con otros clubes como el Real Avilés y Club Atlético Osasuna.

Santín fue un portero de grandes reflejos que nació el 14 de julio de 1926 en la mismísima capital de Lugo. Vivió el nacimiento del club de Anxo Carro, para el que ejerció como uno de sus primeros entrenadores al sustituir en el cargo a Manuel Martínez Suárez, más conocido como "Michines".

Pero aparte del fútbol, de Alejandro se conocen otras facetas, como por ejemplo ser el mecenas de un grupo musical que haría honor a su nombre dándose a conocer en el panorama musical como "Los Alesandi".
A ritmo de la buena música empezamos el historial deportivo de un lucense cuyos primeros pasos como deportista se inician en su tierra natal, destacando en modestos clubes en la década de los cuarenta para después ingresar en las filas del Racing de Ferrol, al que se incorporó de cara al comienzo de la campaña 1945\46.

Con Amadeo Sánchez en el banquillo del equipo verde, haría sus primeras paradas en Segunda División, debutando en la misma un 7 de octubre de 1945, en un partido a domicilio frente a la S.D. Ceuta, con resultado final favorable de 1-2.

Santín tendría una amplia participación con el equipo de Amadeo, clasificado en la media tabla pese a las buenas intervenciones de un joven Alejandro de diecinueve años. Al año siguiente se mantendría en la titularidad, disputando un total de 23 partidos pese al cese del entrenador.
Pero el meta lucense no seguiría en Ferrol, ya que posteriormente, y mientras cumplía con el Servicio Militar, jugaría en modestos equipos antes de fichar por el Gimnástica de Lugo, con el que volvería a competir en Segunda.

Titular durante toda la campaña 1949\50, Santín realizaría un gran papel con el conjunto gallego, lo que le permitiría contar con ofertas de entidades deportivas de mayor prestigio. Así pues, en los comienzos de los cincuenta, el cancerbero gallego ficharía por el Real Zaragoza.

Luis Urquiri se hallaba en el banquillo del conjunto zaragocista, dirigiendo un equipo con aspiraciones claras de retornar a Primera División. El lucense figuraría como recambio de Cándido Gómez "Candi" e Higinio Martí, contando con tan solo dos oportunidades para defender el marco zaragozano.
Con el técnico guipuzcoano no tendría posibilidades, siendo Juan Ruiz Cambra quien contase con él para dos partidos decisivos de cara al ascenso. Tanto ante Logroñés como contra el Huesca, el Zaragoza perdería con Santín de portero.

La parte positiva es que el conjunto maño acabaría consiguiendo su objetivo, presentando al equipo de cara a su presentación en Primera en la campaña 1951\52, como tercera opción de Higinio y Julio Vélez.

Alineación del Real Zaragoza en la que apreciamos a Santín (primero de pie por la derecha).

- Sin suerte de debutar en la máxima categoría, Alejandro Santín abandonaría tierras mañas para recalar en el C.A. Osasuna, que por entonces contaba con Bienzobas como entrenador. Para éste contaría en cinco ocasiones, una menos que con Tomás Arnánz al año siguiente, en el que la escuadra rojilla conseguiría ascender a Primera.

Una vez más, Santín se quedaría sin debutar en la élite del fútbol español, por lo que en 1953 se trasladaría a tierras asturianas para fichar por el Real Avilés. En este equipo terminarían sus andanzas como futbolista para después ejercer como entrenador de varios equipos.


jueves, 23 de enero de 2020

De cerca: Jonathan Vila.



- Ya afronta el final de su carrera tras jugar para Celta, Oviedo, Coruxo y Recreativo de Huelva. Incluso tuvo una breve experiencia en la India e Israel jugando para Pune City y Beitar Jerusalén, respectivamente.
Jonathan Vila Pereira representó durante catorce años al R.C. Celta de Vigo, centrocampista que se formó en las categorías inferiores, escalando peldaños hasta llegar a formar parte del filial directo, en el que pasó dos temporadas despuntando como centrocampista defensivo a un gran nivel.

Nació en la localidad industrial de Porriño (Pontevedra), el 6 de marzo de 1986. Pasó de tener un discreto papel como "Vila" a convertirse en todo un emperador del fútbol alemán apodado cariñosamente como "Vilabauer", en honor al gran Franz Beckenbauer, quien también alternó las posiciones de centrocampista y defensa central, eso sí, con mayor reconocimiento mundial.

- Mientras el Celta de Lotina se daba a conocer como un grande que disputaba la Champions League, el joven Jonathan soñaba en convertirse en una estrella como los auténticos ídolos de aquella época: Makelèlè, Mazinho, Luiccin... El medio porriñés iba asomando la cabeza en un Celta B en la que ya se hallaban talentos de la cantera viguesa como Borja Oubiña, Jacobo Campos, Iago Bouzón, Isaac o su tocayo Jonathan Aspas, éste último hermano de otro héroe celtista, Iago Aspas.
Poco a poco fue ganando galones en el medio campo del filial, llegando a disputar bastantes minutos que le afianzaron en su puesto y le dieron opciones de llegar al primer equipo en la campaña 2006\07, con el entrador Fernando Vázquez como director del banquillo celeste.

En su última rueda de prensa, Jonathan hacía mención a su maravilloso debut con el Celta en la Copa de la UEFA : "El debut en la Copa de la UEFA fue para mí increíble". Así lo describía el mediocampista gallego, con voz entrecortada y una mirada perdida en aquel dulce recuerdo en el que sustituyó a Canobbio para participar en los últimos minutos del Standard de Lieja-Celta, celebrado en el Maurice Dufrasne y en el que los de Vázquez se impusieron por 0-1 al conjunto belga, resultado que con el 3-0 de Balaídos concedió el pase a la siguiente ronda y en el que Vila también vio unos minutos.

Poco después , el 17 de Diciembre de 2006 se producía su debut en Primera con el Celta. Sustituyó al chileno Contreras para disputar los últimos minutos de un choque con empate a uno contra el Levante en terreno hostil.

Al porriñés le aguardaban varios años en la categoría de plata, en los que luchó junto a muchos compañeros del filial para eludir situaciones nefastas y en los que remó como un gran capitán para devolver al equipo a la división que jamás debió abandonar.
Su exitosa conversión en defensa central le permitió erigirse como uno de los mejores defensores de la Liga Adelante, pero sólo la mala fortuna pudo privar a los de Paco Herrera regresar a Primera División, cayendo eliminados en la primera ronda de los playoffs ante el Granada.

En la campaña 2011\12, el equipo regresó a Primera. Vila tuvo minutos con Paco Herrera y con su sucesor en el banquillo, Abel Resino. El Celta se las vio canutas para salvar la categoría en una división en la que lógicamente se hallaban clubes con mayor presupuesto económico y más curtidos en la categoría. Pero el de Porriño nunca se amilanó y mientras tuvo que sudar la camiseta lo hizo como el Vilabauer de los últimos años, luchando ante los poderosos Real Madrid, Barcelona, Atlético o Athletic de Bilbao.

El Celta salvaría los muebles al término de la temporada tras un final de Liga de infarto, y tras la repentina marcha de Abel en plena pretemporada, al club olívico llega Luis Enrique para hacerse cargo de un equipo que comenzaría a proyectar un nuevo futuro, un futuro sin el bueno de "Jony".

Con el Real Oviedo, Vila volvería a competir en Segunda tras lograr el ascenso en 2015.

- Tras ocho años representando al equipo de su ciudad, Vila abandona el Celta con 22 apariciones en la categoría máxima, en la que ya no volvería a competir. En el mercado de invierno de la temporada 2013\14, el medio porriñés encuentra acomodo en la liga israelita al ver que Luis Enrique no contaba con sus servicios.
Después de una corta campaña en el Beitar Jerusalén, Jonathan se desvincula del R.C. Celta y se marcha al Real Oviedo, equipo con el que luchó por ascender a la categoría de plata, objetivo cumplido en 2015.

Pasó tres años en el equipo carbayón, del que posteriormente se iría al Recreativo de Huelva antes de vivir otra experiencia exótica con el Pune City hindú. De ahí retornaría a Vigo para unirse al Coruxo, su actual equipo.

miércoles, 22 de enero de 2020

¿Te acuerdas de Pataco?



- Solamente pudo conocer la Primera División con el Atlético de Madrid y en contadas ocasiones. Pero Carlos Couceiro Gómez. apodado "Pataco", es uno de los inolvidables talentos del fútbol gallego de los lejanos años setenta que jugó para otros clubes como el Ourense, Pontevedra y Sabadell, entre otros.

Pataco nació en el barrio orensano de O Couto, el 12 de agosto de 1948. Ya han pasado muchos años de su retirada como deportista, dejando en el recuerdo sus magníficas jugadas de ataque y esos goles que consiguió a notar para los equipos gallegos por los que pasó.
El delantero dio sus primeros pasos en la Agrupación Deportiva Covadonga, para el que jugaría de forma amateur en la categoría juvenil hasta llamar la atención de los dirigentes del club de su ciudad, el extinto Club Deportivo Ourense.

Su padrino, Florencio Álvarez, era el presidente del club de As Burgas por entonces, fue quien convenció a aquel atacante goleador de dieciocho años cuyas maneras ya apuntaban demasiado lejos, de modo que su primer paso fue rechazar al O Couto para ingresar en el Ourense, a donde sí se iría su hermano.

Fue importante el salto de categoría, pero más dificultoso sería plantarse en la máxima categoría tres años después, para ponerse a las órdenes de Marcel Domingo y en una plantilla con futbolistas profesionales de la talla de Luis Aragonés, Adelardo, Gárate y Javier Irureta, quien por cierto contaba con su misma edad.

Carlos abandonaría su Ourense natal para plantarse en la capital española a finales de los sesenta. Pero para colmo, el joven atacante gallego se rompería el menisco en un entrenamiento, lo que aplazaría su debut en la élite del fútbol español. Así describió Pataco el amargo momento para La Voz de Galicia:
"Aquello era otro mundo, pero me faltó suerte, porque contaban conmigo para el primer equipo y a los doce días de entrenar con ellos, me rompí el menisco en un giro". -explicó el delantero casi medio siglo después.

En Manzanares se lo tomaron con paciencia y apoyaron al jugador en todo momento para que éste se recuperase y no cesara en su empeño de debutar en Primera con uno de los clubes más poderosos del país.

Habiendo superado la lesión, y con el Servicio Militar cumplido en Valladolid, Pataco se preparaba para debutar con aquel equipo colchonero vigente campeón de Liga. El orensano dispuso de unos minutos en La Romareda para jugar ante el Zaragoza, en un partido que terminaría con victoria madrileña por 0-1.
Aún dispondría de otras oportunidades con el técnico francés, que además de contar con Pataco para cuatro partidos más de Liga, le ofrecería la oportunidad de jugar en la Copa del Rey en tres ocasiones, una de ellas como titular.

Un partido de Copa contra el Logroñés serviría como despedida momentánea del jugador de O Couto, que en la campaña 1971\72 se iría cedido a un Pontevedra descendido a Segunda División. Para el equipo granate dejaría ocho tantos antes de retornar al Atlético de Madrid.

Plantilla del Pontevedra C.F. en la que figuró Pataco como cedido por el Atlético (segundo de pie por la derecha).

- Con el Atlético tendría su última oportunidad, en un partido frente al Burgos en El Plantío que se ganó por 0-1. Aquel sería su último partido como colchonero y en Primera División, cuyo torneo liguero sería conquistado por los de Maximilian Merkel al final del curso 1972\73. El austriaco no le concedería más minutos.

En Segunda también jugaría para Sabadell y Ourense, perdiendo la categoría con el equipo de su ciudad en la campaña 1974\75. Con seis partidos y ningún gol en Primera División, Carlos Couceiro acabaría su carrera en el fútbol modesto.

martes, 21 de enero de 2020

De cerca: Álvaro Lemos.



- Hay jugadores que pasan por el Celta y dejan una huella histórica en el club y los hay cuyo paso acaba siendo poco significativo, como fue el caso de Álvaro Lemos Collazo, un jugador de banda derecha vecino de Santiago de Compostela.
Al fin y al cabo cuenta que hayan vestido de celeste y que se dejen el alma en cada partido, y nadie puede reprocharle al compostelano su compromiso con la entidad viguesa, a la que representó con gran oficio durante su escaso tiempo en Vigo.

Su carrera se puede resumir con varios años luchando en el fútbol modesto, un debut en Primera División y su única experiencia en el extranjero jugando en la categoría de plata francesa con el Lens, donde estuvo cedido por el Celta durante su última campaña de contrato. A falta de minutos, el lateral regresaría a casa para volver a jugar en un Lugo de Segunda.

Álvaro en su etapa como jugador del Celta.
- Su historia con el fútbol comienza en el sistema juvenil del SD Villestro, un modesto equipo santiagués en el que estuvo formándose hasta los doce años. Nacido el 30 de marzo de 1993 en Santiago de Compostela (A Coruña), se trasladó a La Coruña para firmar por el Deportivo, club que por entonces destacaba entre los más grandes de la Liga Española y el que sirvió como inspiración para sus primeros pasos como jugador.
Álvaro concluiría su etapa formativa con el filial deportivista, siendo llamado por el técnico Fernando Vázquez para realizar la pretemporada con el primer equipo en el verano de 2013. Pero el zaguero no tendría fortuna en su especial llegada a la primera plantilla deportivista, pues en plena planificación estival se lesionaría de gravedad en el stage de Monforte (Lugo), una lesión que le tendría apartado de los terrenos de juego durante ocho largos meses.
Lemos ficharía cedido por la SD Compostela en 2014. Ya conocido como un lateral defensivo diestro con mucha garra, coraje y muy vertical, el jugador se pondría a las órdenes de Iñaki Alonso. También se mostró desde joven como un jugador capaz de destacar como extremo e incluso interior, aunque fue en posiciones defensivas donde mayor rendimiento fue ofreciendo desde que abandonó la disciplina coruñesa.

En 2015 termina su contrato con el Deportivo de La Coruña y aprovecha para fichar por el C.D. Lugo, equipo que hace escasos años había alcanzado el ascenso a la Segunda División y en la que Álvaro debutaría tras jugar su primer partido oficial en la Copa del Rey frente al Córdoba.

Tras una buena campaña con el Lugo, la directiva del R.C. Celta decidió hacerse con los servicios de Lemos para cubrir dos posiciones, la de lateral e interior. Principalmente vino para cubrir el flanco defensivo, aunque como alternativas, Berizzo contaba ya con Hugo Mallo y Jonny Otto, el último acomodado en el carril izquierdo.
Empezó a trabajar duro para ganarse la confianza de Eduardo Berizzo, quien iba a necesitar de la colaboración de su nuevo fichaje para afrontar tres competiciones como la Liga, la Copa y la Europa League, cuyo pase se había obtenido en la anterior campaña tras un exitoso trabajo de toda la plantilla.

Lemos empezaría a sorprender en sus primeras apariciones durante la pretemporada, preparado ya para su anhelado estreno en la máxima categoría española. Pero antes de su debut en Primera llegaría su primer partido como céltico en la Europa League. Álvaro fue alineado de inicio para enfrentarse al Standard belga, partido que el Celta empató a uno en Lieja.

Después de otros dos partidos europeos ante el Ajax y otra titularidad en Copa contra el Valencia, Lemos tendría sus primeros minutos en la Liga Española, con un debut que seguramente nunca olvidará, pues mejor no pudo ser.
Salió en el once inicial en el partido celebrado en Butarque ante el Leganés, el 28 de enero de 2017. Berizzo quiso dosificar la plantilla y contó con el alero para sacar tres puntos de Leganés. Lemos abrió la victoria del conjunto celeste con un zurdazo que se coló por la meta de Iago Herrerín con la ayuda del poste. El Celta vencería por 0-2 mientras continuaba vivo en las tres competiciones.

Lemos ayudó como buenamente pudo para que el equipo alcanzase dos semifinales en Copa y Europa League, aunque en Liga no hubo mucho más que destacar, competición en la que el defensa gallego tuvo cinco apariciones.

Sin sitio en la plantilla del Celta, Lemos acabaría jugando cedido en el C.D. Lugo.

- Al año siguiente se fue Berizzo y al banquillo de Balaídos llegaría Juan Carlos Unzué, quien no contaría con sus servicios de cara a la campaña 2017\18. Por esa razón se iría cedido a Francia para jugar en el Lens, con el que apenas tuvo protagonismo en la categoría de plata gala.

Álvaro Lemos volvería a España en el mercado invernal, aunque no sería para vestir de celeste otra vez, sino para jugar prestado en el Lugo, con el que acabaría el curso participando en ocho partidos de la segunda española.
En esa misma competición seguirá jugando el carrilero, que el 12 de junio sería contratado por la U.D. Las Palmas, recién descendido de la categoría máxima y con el que firmó en libertad un contrato de tres años. Sus números con el Celta son de tres partidos en la Europa League, uno de Copa y cinco de Liga en los que anotó un gol como céltico.

domingo, 19 de enero de 2020

¿Te acuerdas de Vicente Celeiro?



- Peligroso delantero a la hora de encarar, buen regate, veloz y muy oportunista. Nacido en Vilalba (Lugo) el 30 de mayo de 1962, Vicente Celeiro Leal se inició en el Villalbés de su pueblo natal antes de ingresar en el juvenil del Deportivo de La Coruña, y posteriormente dar el salto después al Fabril, filial directo del primer equipo.
Con Luis Rodríguez Vaz como entrenador del Fabril, Vicente comienza a destacar poderosamente entre los jóvenes canteranos que soñaban con aspirar a subir a la primera plantilla, y el atacante lucense fue uno de los pocos en conseguir dicho objetivo.

En la primera plantilla del conjunto herculino juega durante ocho temporadas, debutando en Segunda División junto a jugadores como Castro, Traba, Muñoz, Carreras y el cordobés Pérez Durán, cuyo hermano ya militara en el Celta a comienzos de la década de los ochenta.

Celeiro pasó del Deportivo al Celta.
- A finales de la temporada 1987\88, llega Arsenio al banquillo del Deportivo. Entonces Vicente se encontraba en el plantel coruñés como uno de los mejores jugadores de la plantilla, coincidiendo en la misma con un futuro jugador céltico, José Gil, y con los que formarían parte del "Superdepor" de los noventa, los hermanos Fran y José Ramón.
En esa misma campaña llegaría aquel importante gol bautizado como "El milagro de San Vicente", un tanto que salvaría al conjunto coruñés de descender a la Segunda División B española. Por poco, el delantero lucense se perdería el ascenso del Deportivo de la Coruña a Primera, pero la causa sería por alcanzarla cuanto antes, jugando para el Real Club Celta, donde llegaría antes de comenzar el curso 89\90.
Con el reciente disgusto del asesinato de Quinocho y el trágico accidente de Alvelo, el Celta prepararía la pretemporada con las buenas sensaciones deportivas alcanzadas en el ejercicio anterior, rozando la clasificación para disputar la Copa de la UEFA.

El conjunto celtiña contaría con la presencia de José Manuel Díaz Novoa como director del banquillo, y tras la marcha del delantero brasileño Amarildo, el Celta trata de reforzar la zona de ataque con éxito, y Maric, Mejías, Nilson, Lucas, Mauricio y Vicente. Serían los encargados de hacer que la baja del grandioso delantero carioca apenas se notase, pero no fue así.
La vida deportiva del atacante lucense había cambiado bastante, pues pasaría de ser un referente del ataque deportivista en Segunda, a jugar en la máxima categoría contra equipos de mayor nivel. Aún así, Vicente conseguiría jugar catorce encuentros de liga en su primer año como céltico.

En el Celta se le empezó a conocer como "Vicente II", ya que durante su estancia en el club vigués coincidiría con su tocayo Vicente Álvarez. En un equipo de grandes exigencias, el vilalbés debería luchar por la titularidad.

Su debut no se hizo esperar mucho. El 10 de septiembre de 1989, Novoa le daría unos minutos en la segunda jornada de liga ante el Sevilla C.F. en Balaídos. Entraría como sustituto de Lito para tratar de remontar el resultado adverso de 0-1 para el conjunto nervionense, que cuatro minutos antes de que Vicente pisara el terreno de juego, había anotado el tanto. El nerviosismo, las ganas y el ansia por hacer su primer gol, no le permitieron realizar un buen partido, por lo que el Sevilla sacaría dos positivos de tierras olívicas manteniendo el resultado favorable exitosamente.

Su participación sería más bien actuando como revulsivo, saliendo siempre como reserva hasta gozar de la oportunidad de salir desde el inicio de un partido. Novoa, con su puesto de entrenador colgando de un desgastado hilo a punto de romperse, decidió alinear al delantero gallego ante la desesperación de la mala situación que atravesaba el Celta en liga. Se estrenaría como titular en Balaídos ante la Real Sociedad, pero ante la poca eficacia cara a la meta rival, acabó siendo sustituido en el minuto 15 de la segunda mitad, el partido finalizaría con empate a cero.

Con Delfín Álvarez en el banquillo dispuso de dos ocasiones para salir de inicio al campo, pero el resultado sería el mismo, el atacante lucense no era capaz de estrenar su cuenta goleadora. El siguiente entrenador en sentarse en el banquillo celeste sería Maguregui, quien contaría con el jugador en contadas ocasiones.

Vicente Celeiro durante un partido con el Celta (Foto de La Voz de Galicia).

- Finalmente, el Celta de Vigo acabaría descendiendo a Segunda División tras contar con la colaboración de tres diferentes entrenadores incapaces de salvar la pésima situación del equipo. Con tan sólo 24 goles a favor, ninguno marcado por Vicente, el equipo vigués completaría una nefasta temporada en penúltimo lugar.
La temporada 1990\91 sería la última del jugador lucense, retornando a la categoría de plata, donde se reencontraría con el gol. Con el prioritario objetivo de regresar a Primera, el Celta comienza a reforzarse para buscar el ascenso por la vía rápida. Pero en vez de aspirar al objetivo, tuvo que luchar por eludir el descenso a la categoría de bronce.

Vicente Celeiro conseguiría marcar solamente tres tantos en sus veintena de partidos disputados en los que contó con mayor titularidad que en el año anterior. Tras su corta experiencia en la entidad olívica, retornaría a su localidad natal para acabar jugando de nuevo en el Racing Villabés, previo paso por el Lugo.

sábado, 18 de enero de 2020

De cerca: David Goldar.



- David Goldar Gómez ha sido víctima de la evolución de un Celta que cada vez cuenta con jugadores más competentes. Muchos expertos del deporte rey y seguidores han ido notando la decadencia del club olívico en lo que a su cantera se refiere. Éste robusto defensor que supera el metro ochenta ha sido uno de los muchos canteranos que han logrado llegar al primer equipo, pero debido a la falta de oportunidades con el mismo y a su estancamiento profesional, al joven zaguero no le ha quedado otra que aceptar la salida del club de su vida.

Este defensa nacido en Portas (Pontevedra), el 15 de septiembre de 1994, se crió futbolísticamente en celeste. Fue evolucionando dentro de la factoría celeste, donde coincidió con grandes canteranos de la talla de Santi Mina, Fernán Ferreiroa, Borja Fernández y David Costas, entre otros. Durante su etapa en el Juvenil División de Honor se desenvolvía como mediocentro defensivo (posición en la que el Celta siempre se vio necesitado), pero David Goldar se convirtió en defensa central por decisión del técnico David De Dios.

David con el Pontevedra C.F.
- Aquel Celta B consiguió ascender a Segunda B mientras el primer equipo conseguía la permanencia en la máxima categoría. Aquellos chavales consiguieron grandes cosas y muchos de ellos gozarían de la confianza del entrenador que se encargase del equipo de mayores.
En el curso 2013\14, Goldar disputó un total de 26 partidos en los que además anotó un gol. Compartiendo zaga con su compañero Costas, el de Portas realizó una buena temporada que no pasaría desapercibida para Luis Enrique, quien dirigía un Celta sobrado para mantenerse en Primera División, y así llegaría la gran oportunidad de David.
Dicha oportunidad llegaría a falta de dos jornadas para la conclusión de la Liga 2013\14, un 3 de mayo del 2014 en el Reyno de Navarra. El Celta tenía que enfrentarse al Osasuna con la permanencia en el bolsillo y parecía el día ideal para dar oportunidades a otros jóvenes. Fue un partido sencillo, con exhibición del gaditano Nolito, que puso el 0-2 que sentenciaría el partido. Los goles llegaron en los primeros minutos del choque entre navarros y gallegos y la segunda parte no fue una cosa del otro mundo.
Goldar fue llamado por Luis Enrique a falta de quince minutos para el final y éste entró en lugar de Fontàs para vestir por vez primera la elástica del primer equipo. Ilusión, buen resultado y muchas esperanzas de cara al futuro.

El canterano despidió la temporada muy motivado al compartir cancha con jugadores de la talla de Oubiña, Nolito, Krohn Dehli y Augusto Fernández. Aún se creía en la cantera y era el momento de esforzarse para abrirse un hueco en la primera plantilla que, tras la marcha de Lucho, quedaría en manos del argentino Eduardo Berizzo. Goldar hizo la pretemporada bajo las órdenes de éste y debía convencer a la sombra de defensores como Gustavo Cabral, Sergi Gómez, Andreu Fontás y su eterno compañero David Costas.

Durante la campaña 2014\15, además de comprarse la plaza del Ourense para jugar en Segunda B, el Celta B pasó ciertos apuros, e incluso Goldar tuvo menos minutos de los que anteriormente había dispuesto. Fue dura aquella campaña, y hasta tres hombres llegaron a ocupar el banquillo de los "cachorros celestes" : Fredi Álvarez, Javi López y Toni Otero.

El Celta arrancó muy bien en el curso 2015\16, pero la lesión de Fontàs abriría más posibilidades para los canteranos celestes. Goldar pudo aparecer en varias convocatorias y, además, consiguió formar parte del once inicial celeste durante un partido de Liga. Ocurrió el 24 de enero de 2016. El joven defendió la camiseta de su Celta como un titular más.
El Rayo Vallecano derrotó en su feudo a un Celta que aprovechó para hacer rotaciones de cara a sus compromisos en la Copa del Rey. Los célticos pagaron muy caro dicho cambio en el esquema táctico de Berizzo y el conjunto rayista acabó venciendo por 3-0 y con rotunda facilidad.

Aquella fue la última aparición oficial de Goldar como jugador del Real Club Celta. El jugador continuó luchando por evitar el descenso del equipo B, el cual contó con un viejo conocido como Alejandro Menéndez para evitar el descenso. Torres Gómez había sido sucedido por éste y el éxito fue rotundo. Goldar completó un total de 25 partidos con el Celta B y volvió a marcar dos goles. Así concluyó una temporada en la que el primer equipo consiguió clasificarse para la Europa League, aunque cada vez la cantera fue teniendo menor papel.

David Goldar en su última aparición oficial con el primer equipo (Foto de Canteira Celeste).
- David siempre tuvo claro quedarse en el Celta, pero en el mercado de invierno ya había sonado su cesión para el Cádiz. Al final ocurrió lo que pocos esperaban y el club anunció por las redes sociales la baja de Goldar y de sus compañeros Jordan, Julio Delgado, De Amo, Adri Cuevas y Guille Andrés.

Sus siguientes clubes serían la Ponferradina, Pontevedra, Cornellà y Gimnàstic de Tarragona. Con el último aspira a subir a Segunda, contando con la titularidad a las órdenes de José Antonio Seligrat.

viernes, 17 de enero de 2020

¿Te acuerdas de Francisco de Borja Fernández?



- Creo que es normal que aún le podamos recordar, ya que se retiró hace unos meses y lo hizo jugando todavía en Primera División. Es el eterno Francisco de Borja Fernández Fernández, al que no debemos confundir con Borja Fernández Fernández, aún en activo y jugando en Grecia para el Asteras Tripoli.

Este Borja también jugó en el extranjero, representando al Atlético de Kolkata hindú en diferentes etapas, puesto que su estancia en el club de Calcuta fue interrumpida por varios regresos al fútbol español en calidad de cedido.
Real Madrid, Mallorca, Getafe, Deportivo, Éibar, Almería y Real Valladolid fueron otros clubes para los que jugó este mediocampista, y la mayoría de ellos en una Primera División en la que completó unos registros de 222 partidos y 3 goles.

- Internacional por las diferentes categorías de la selección española, Borja nació el 14 de enero de 1981 en Ourense (España). Dicen que desde chico se ha considerado muy celtista por herencia familiar, aunque el dato curioso es que nunca jugó para el Celta y sí para el Dépor.
Sus pasos iniciales los marcó el fútbol base del Real Madrid, donde un joven centrocampista de marcado acento gallego empezaría a sobresalir entre sus compañeros. Siempre se perfiló como un sufridor jugador de medio campo, un medio centro de carácter defensivo que aprovechaba al máximo sus excelentes condiciones físicas. Con casi metro noventa de estatura (1´89), a Borja no le faltaba toque y calidad con el balón en los pies. La brega y la entrega eran sus mejores aliados, algo que ya empezó a demostrar en sus inicios con la cantera blanca.
Ya empezó a llamar la atención con el equipo juvenil madridista, llegando a progresar adecuadamente en los demás filiales, en especial con el Castilla, al que dio el salto en 2001.

Precisamente, ese sería el año en el que el pivote gallego debutaría con el primer equipo del Real Madrid. Fue tras la llamada de Vicente Del Bosque, quien le convocaría para un partido de Copa frente al Pájara Playas, correspondiente a la primera ronda del torneo del K.O.
Aquel 10 de octubre de 2001, Borja Fernández compartiría cancha con jugadores como Savio, Guti, Celades, McManaman y el mismísimo Zinedine Zidane. En un choque fácil para los merengues, el resultado sería favorable por 0-4.

Borja se convertiría en un fijo de las convocatorias coperas, participando en otros partidos ante rivales como el Gimnàstic de Tarragona y Rayo Vallecano. Para debutar en Primera División tendría que esperar unos años más.

Su primera aparición en la máxima categoría llegaría el 2 de septiembre de 2003, en un Villarreal vs Real Madrid que finalizaría con empate a uno. Aún jugaría catorce partidos más a lo largo de aquel curso 2003\04 que terminó con el título de la Supercopa de España.
De hecho, aquel fue el único título colectivo que obtuvo como merengue, ya que no fueron los mejores años de un Real Madrid bastante pobre en competitividad. Eso haría que la directiva aceptase su primera y única cesión en sus años como miembro del Madrid.

Jugó un año en Primera para el Mallorca y, finalizado el préstamo, retornó a la capital española para desvincularse del Real Madrid, de donde pasaría al Real Valladolid, al que ayudaría en su retorno a la máxima categoría siendo una pieza fundamental dentro del equipo.

Gracias a su fichaje por la entidad pucelana, Borja viviría sus mejores años como futbolista, con continuidad en el fútbol de élite y celebrando su primer gol en la división de oro en un encuentro frente al Levante que acabó con victoria a domicilio por 0-3.
En 2010 ficharía por el Getafe, de donde pasaría al Deportivo de La Coruña en calidad de cedido. Con el conjunto gallego lograría el ascenso a Primera tras una buena campaña 2011\12 en la que tuvo 22 apariciones e hizo 2 goles.

Para el Valladolid, Borja Fernández jugó en varias etapas de su carrera deportiva.

- Volvió a Getafe, compitió dos años más en Primera y posteriormente emprendería su primera aventura en el extranjero con el Atlético de Kolkata. Durante sus años en la India tuvo varias cesiones a equipos como Éibar, Valladolid y Almería.

Una vez más, y ya desvinculado de la entidad hindú, Borja Fernández retornaría a Zorrilla para representar de nuevo al Real Valladolid. Con éste consiguió regresar a la máxima categoría, en la que jugaría por última vez hasta que decidió retirarse del deporte con 37 años y muchos partidos a sus espaldas.

De cerca: Sergio De Paz.



- Su labor en el R.C. Celta de Vigo ha sido más bien de formación, ya que nunca tuvo la oportunidad de jugar en Segunda División B con el filial celtiña. Justo se desvinculó del club vigués cuando Kevin Vázquez subió al primer equipo, lo que le habría dado muchas posibilidades de hacerse con el carril diestro celeste.

Con el único equipo con el que pudo conocer la categoría de bronce fue con el de su ciudad, ya que allí jugó cedido durante la campaña 2016\17. Actualmente se halla en las filas del Ourense C.F., con el que cumple su segundo año.
Sergio de Paz Mouriño nació en Ferrol (A Coruña), el 10 de junio de 1996. Es un jugador de banda, concretamente diestro. En sus inicios era alineado como extremo, pero habiendo ganado corpulencia y confianza, en los últimos años se ha desempeñado como lateral defensivo.

Salió del fútbol base del Racing de Ferrol tras destacar en equipos de barrio. En el Galicia de Caranza tuvo un ciclo preparativo bastante importante antes de recalar en la entidad verde, en la que permaneció hasta 2012.

En el verano de ese año, Sergio ingresa en la cantera del Celta de Vigo, un club en el que sabe que la cantera juega un rol muy relevante. En su primer año de celeste competiría en la Liga Nacional como Juvenil B, actuando por entonces como extremo diestro para aprovechar sus grandes virtudes en ataque.
Al año siguiente se convertiría en lateral diestro, momento en el que se convirtió en un fijo del equipo juvenil durante dos temporadas. Hasta 2014, Sergio De Paz era un jugador que sorprendía por sus maneras, lo que le llevó a ser tenido en cuenta por Torres Gómez, técnico del filial directo.

Solo una inoportuna lesión podría impedir que el joven ferrolano se estrenase en Segunda B. La mala suerte se cebaría con el joven defensor, que seguiría cumpliendo con el juvenil mientras entraba en las convocatorias del Celta B.

Después de dos años sin opciones de debutar, De Paz se iría cedido al equipo de su ciudad en el mercado invernal de la campaña 2016\17. Con el Racing de Ferrol cambiaría mucho el cuento, ya que Miguel Ángel Tena le daría la oportunidad de estrenarse con el conjunto verde.
Dicho debut llegaría el 15 de enero de 2017, en una visita a Guijuelo en la que contaría con muchos minutos. Tras la lesión de Bicho, Tena daría entrada al joven ferrolano, que vería como su equipo sería empatado tras ir con ventaja en el marcador (2-2).

Sus otras cuatro apariciones con el equipo ferrolano serían como titular, cerrando una temporada en la que gozó de sus primeros 360 minutos en la categoría de bronce. Ya de vuelta a Vigo, De Paz volvería a la triste realidad.

Con la temporada 2017\18 arrancada, y en plena puesta a punto, el Real Club Celta lanzaría un comunicado agradeciendo los servicios del lateral coruñés, que tras cinco años vinculado a la entidad celtiña, dejaría Vigo atrás sin haber debutado con el filial. La verdad es que la competencia fue dura, pues el dueño de la banda derecha era Kevin.

Con el Racing ferrolano, Segio De Paz conseguiría debutar en Segunda B.

- De esta manera, a Sergio De Paz se le acabó una etapa en la que aprendió mucho, aunque fue en el Racing donde llegó a competir de verdad. Habiéndose formado en una de las mejores canteras de España, el zaguero ferrolano ficharía a comienzos de septiembre por el Ourense C.F., equipo de Tercera División.

En el club de As Burgas coincidiría con dos ex-compañeros celeste, Justo y Edu Otero. De Paz se llegó a ganar la titularidad, solamente interrumpida por otra lesión que padeció en el curso pasado. Ahora se halla sin equipo.

jueves, 16 de enero de 2020

¿Te acuerdas de Pahíño?



- Llegamos al jugador número 100 de Fútbol Gallego, y para ello me he reservado a uno de los mejores delanteros de los años  cuarenta y cincuenta. Fue el primer  "Pichichi" del R.C.Celta en la Primera División, repitiendo galardón en su etapa como jugador del Real Madrid.

Se llamaba Manuel Fernández Fernández, aunque le llamaban "Pahíño", apodo que le puso Manuel de Castro Handicap, fundador del Celta. Formó parte de una brillante generación céltica que casi acaba con la celebración de un título, pero finalmente no pudo ser.
Nació en en San Paio de Navia, Vigo (Pontevedra), el 21 de enero de 1923. El atacante vigués provenía de una humilde familia y, aparte de jugar al fútbol, trabajaba los campos de los suyos. No tuvo una vida muy fácil que digamos.

- Comenzó destacando como jugador del modesto equipo Arenas de Alcabre, para después entrar a formar parte del Juventudes de Vigo. Cumplía con sus obligaciones familiares y requería algo de tiempo a sus padres para poder ir a la playa y jugar al fútbol con sus amigos. Eran malos tiempos y el joven Pahiño tenía que ayudar a su familia, fueron las consecuencias de los duros tiempos de la posguerra.
Acudía habitualmente a Balaídos con su padre y soñaba con ser un gran futbolista como los ídolos de aquella lejana época: Nolete, Quincoces, José Iraragorri, Scarone, Samitier, Torredeflot y Ricardo Zamora, éste último llegó a convertirse en su entrenador durante su época de jugador céltico.
Ya con 18 años tuvo la opción de marcharse al Salamanca, pero su madre no estuvo de acuerdo al no parecerle bien que su joven hijo se fuera tan lejos de casa. Entonces surgió una mejor oportunidad y, un año después, el Celta de Vigo se puso en contacto con él para ofrecerle la oportunidad de pertenecer al club. Su ingreso en la entidad olívica no fue sencillo, incluso hubo de intervenir un cura para que el joven atacante vigués vistiera los colores del equipo de sus ciudad, que de aquella comenzaba a disfrutar de sus primeros años en la categoría máxima desde 1939.

Su gran debut de celeste ocurrió en la campaña 1943\44, concretamente el 26 de septiembre de 1943. Baltasar Albéniz sería el entrenador que le ofrecería sus primeros minutos con la gran escuadra celeste. Fue en un difícil partido en el que el Celta se enfrentaba al Atlético de Madrid en el Metropolitano. No fue un debut muy grato que digamos, puesto que los vigueses saldrían derrotados de la capital por 7-0. Fue un duro palo para el joven delantero, que aquel día formó delantera con Mundo, Ardévol y Albérich.

Pero Albéniz vio algo especial en la forma de jugar de aquel muchacho que correteaba sin parar en busca de la posesión de la pelota, que buscaba el área con inteligencia y manejaba las dos piernas como un auténtico crack. El técnico celtiña siguió dándole continuidad a Pahiño, y éste se hizo esperar para marcar su primer gol, eso sí, una vez estrenó su cuenta realizadora ya no supo parar.

Pahíño en un derbi gallego con el Celta.
- Sería el 30 de Enero de 1944, en el extinto estadio de Atotxa, donde el de Navia firmaría su primer tanto, el primero de muchos. Su gol serviría para empatar un resultado adverso ante la Real Sociedad de Benito Díaz, contrarrestando así el gol marcado por el alavés José María Pérez. El Celta se marcharía de tierras donostiarras con un punto que supo a gloria, y Pahiño aún marcaría tres goles más en su primera temporada con la casaca celeste.
Aquel año no se podría eludir el irremisible descenso de categoría, pero con el húngaro Carlos Platko en el banquillo, los célticos supieron regresar rápidamente a Primera División, en la que el delantero vigués anotó trece goles, convirtiéndose así , en la máxima referencia de ataque de la escuadra viguesa. En ese momento, surge el mejor delantero que tuvo el Celta.
Aún mejor serían sus siguientes años en el equipo, consiguiendo anotar quince goles en la campaña 45\46, diecisiete en la 46\47 y veintiún tantos en la 47\48, su última etapa en el Celta y la mejor de su carrera. En ese último año ofreció lo mejor de si mismo bajo las órdenes de aquel que en tiempos pasados fue uno de sus ídolos, el técnico Don Ricardo Zamora.

El Celta logró un histórico cuarto puesto en Primera División, el mejor obtenido a día de hoy y sólo repetido en el curso 2002\03. Además, el equipo consiguió llegar a la final de Copa en la que sucumbió ante un Sevilla superior pero que contó con mejor estado de forma, ya que en aquella final cayeron lesionados varios célticos y, como de aquella no se realizaban sustituciones, el Celta acabó con inferioridad numérica.
Pahiño resultaría expulsado en aquella aguerrida final de Copa y los chicos de Zamora, pese a demostrar su raza y valentía, se volvieron a Vigo con un trofeo de subcampeón que también fue bienvenido. Fue la guinda de una gran temporada, la última de Pahiño como jugador celtiña y la misma en la que ganó el "Trofeo Pichichi" merced a sus veintiún tantos.

Abandonó la entidad celeste para fichar por el Real Madrid, donde aún se haría más grande su figura. Pahiño también logró ser máximo realizador de la liga española con el Real Madrid, aparte de cosechar un titulo, algo que con el Celta jamás consiguió.

Pero la carrera de Pahiño no acabaría en el Madrid, pues también estuvo en el Deportivo de La Coruña, donde permaneció por dos años antes de fichar por el Granada para poner fin a toda una leyenda deportiva de uno de nuestros mejores delanteros de la historia del fútbol gallego.

Además de jugar para el Celta, Pahíño jugó para Real Madrid y Deportivo de La Coruña.

- Sus números se resumen en 101 partidos y 69 goles con la elástica celeste y un título tan valorado por todos los delanteros de España como es el "Trofeo Pichichi", ejemplar que repetiría en su etapa vistiendo de blanco.

Manuel Fernández Fernández, "Pahiño", falleció en la madrugada del 12 de junio en Madrid a sus 89 años de edad. Dejó atrás en el recuerdo sus numerosos goles, los cuales sirvieron para que se erigiese como uno de los mejores delanteros de su época cuando vestía de celeste.
Es nuestro jugador número 100, un atacante con un gran remate, luchador, polivalente y muy veloz. Formó parte de unos de los mejores Celta de la historia: Pahiño, Retamar, Aretio, Hermidita, Miguel Muñoz... un equipo que hizo soñar a nuestra afición durante la década de los 40.

De cerca: Róber Pier.



- A caballo entre A Coruña y Valencia, así transcurre de momento la carrera de Roberto Suárez Pier, más conocido en este deporte como "Róber Pier". Su nombre puede sonarnos a un mítico personaje de la Revolución Francesa, pero ya es un jugador conocido y con experiencia en Primera División.

Se trata de un defensa central nacido en Oleiros (A Coruña), el 16 de febrero de 1995. Llevaba un buen ritmo de partidos hasta que en la penúltima jornada de la campaña 2018\19 cayó lesionado sobre el césped de Montilivi.
Una rotura en el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha le ha privado de una gran progresión que le estaba permitiendo cumplir con muchas titularidades en sus últimos pasos con la U.D. Levante.

A base de préstamos, el joven zaguero coruñés lleva años representando al equipo levantinista, con el que espera recuperar su mejor versión en la presente campaña, puesto que volvió rumbo a tierras mediterráneas hace escasos meses.

Es un defensor fuerte y con técnica, capaz de jugar algo más adelantado del eje defensor para repartir juego mediante medidos pases a sus compañeros. Posee una buena salida de balón y es elegante en sus ejecuciones. En definitiva, es un zaguero con mucho talento.
Comenzó su carrera cuando ingresó en la cantera del Deportivo de La Coruña, equipo al que debe su óptima formación desde las categorías menores del club herculino. Allí demostró un rápido crecimiento que se vio plasmado en su salto al equipo juvenil.

A partir de 2012, Róber pasaría a jugar para el Fabril, donde no necesitó mucho para ser tenido en cuenta por el primer equipo. Apenas tenía veinte años cuando le llamaron para entrenar con la plantilla profesional, que entonces estaba dirigida por Víctor Sánchez Del Amo.

Ya en su primera convocatoria conseguiría debutar para el primer equipo. Fue el 2 de diciembre de 2015, en un partido de Copa frente al Llagostera en el Nou Municipal de Palamós. El canterano formaría en defensa con Lopo, Laure y Luisinho, para asegurar una victoria deportivista por 1-2.
Poco después llegaría su estreno en Primera División. Tras cuatro actuaciones coperas, el de Oleiros contaría para Víctor para afrontar un duelo en el Calderón frente al Atlético de Madrid. Por la lesión de Manuel Pablo, el canterano dispondría de unos minutos en aquella derrota a domicilio por 3-0.

En aquella campaña 2015\16 contaría con una aparición más, en otra derrota en Riazor ante el Real Madrid de Zinedine Zidane. Aquella sería su última actuación en la élite, puesto que no volvería a jugar en Primera con el Dépor.

Su mayor experiencia en la categoría máxima llegaría con el Levante, club al que se incorporaría en calidad de cedido durante las próximas campañas. Primero luchó por ascender a Primera con el equipo valencinao, cumpliendo a lo largo del curso 2016\17 con 26 apariciones y su primer gol.
También haría un gol en su regreso a Primera, de momento, el único que ha marcado en la categoría. Fue en un trepidante partido entre Levante y Éibar celebrado en Ipurúa que terminó con un vistoso empate a cuatro.

Con el Levante, Róber Pier alcanzó su mejor momento de forma hasta lesionarse en Montilivi. 

- Todo iba genial. Róber Pier era indiscutible en la zaga azulgrana y ya acumulaba 86 partidos y 2 goles en Primera División a sus 23 años. Todo se cruzaría de repente, en un partido a vida o muerte entre Girona y Levante que acabaría con el coruñés retorciéndose de dolor sobre el césped. Diagnóstico: Róber sufriría una rotura del ligamento cruzado, lo que le obligó a estar inactivo durante un buen tiempo.

Parecía que iba a iniciar la temporada 2019\20 con el Deportivo hasta que el Levante solicitó de nuevo sus servicios. El jugador está aún pendiente de recuperar la forma para volver a alcanzar el nivel que perdió a causa de su maldita lesión.

miércoles, 15 de enero de 2020

¿Te acuerdas de Rodolfo Dapena?



- Gran lateral izquierdo que no perdonaba ni una. Mis recuerdos me llevan a aquella niñez en la que intercambiábamos cromos y yo quería tener todos los cromos posibles del Celta, aunque fueran repetidos. Me acuerdo especialmente de los cromos de la liga 88\89: Díaz Novoa, Zambrano, Amarildo, Vicente, Otero, Maté, Hagan, Noly, Lucas, Cándido, Maric, Atilano, Nacho, Villanueva... "¿y Rodolfo?. ¡ Me falta Rodolfo!".

Sí, recuerdo en especial a Rodolfo Dapena Dapena por ello, por todo lo que me costó conseguir su estampa. Sudé tinta para conseguirlo, y por eso comienzo su historia hablando de aquel cromo que marcó mi infancia.

- En cuanto a juego, podemos recordar a este lateral orensano por como corría la banda izquierda, haciéndose dueño de ella luchando cada balón como si fuera el último, subiendo y bajando el carril como si fuera una montaña rusa. Y es que Rodolfo era un luchador, un jugador de brega con mucha calidad.
Nacido en el municipio orensano de Outomoro el 4 de mayo de 1960, comenzó jugando en las divisiones inferiores gallegas para llegar a fichar algún día por un equipo de mayor nivel, como sucedió cuando fichó por el Club Deportivo Logroñés en la temporada 84\85 a sus 24 años de edad.
El conjunto de Las Gaunas militaba en Segunda División, y Rodolfo jugó durante dos campañas cumpliendo un papel importante en  la defensa riojana. Allí coincidiría con los Comas, Pita, Otxotorena, Acosta, Abadía, Noly y Lotina, siendo entrenados por su paisano Delfín Álvarez. Datos curiosos: con Noly coincidiría, así como con Delfín de entrenador, en el Celta poco después. En cuanto a Miguel Ángel Lotina, sería entrenador del Celta entre el 2002 y 2004, llevando al conjunto vigués a la Champions League.

Pero ahora nos situamos en el año 1986, cuando Rodolfo ficha por el Atlético de Madrid y realiza una gran campaña en Primera División. Sin embargo, no dudaría mucho en el club de Manzanares, ya que al año siguiente se marcharía a su tierra para jugar con el Real Club Celta de Vigo, donde se reencontraría con su compañero Noly.

De esta manera , comienza la campaña 1987\88, y el lateral orensano se abre un hueco en el once titular desde la primera jornada como era de esperar. José María Maguregui apostaría por él desde el principio.

El 29 de Agosto de 1987, Rodolfo debuta con la camiseta celeste en Sarriá ante el Espanyol, y el Celta ganaría por 0-1 a pesar de tener que acabar el partido de forma agobiante debido a la doble amonestación de Vicente, que por lo tanto dejaría al conjunto olívico con uno menos a tres minutos para el pitido final.
Tras ese gran debut en Barcelona, no habría nadie capaz de arrebatarle el puesto al bueno de Rodolfo. No sólo se haría dueño de la banda izquierda, sino que también se ganaría a la afición de Balaídos por méritos propios.

Tras una meritoria temporada en la que sorprendió gratamente al público de Balaídos, el de Outomoro hubo de empezar la siguiente con Manuel Díaz Novoa de entrenador. Ese mismo año jugaría 25 partidos y marcaría su primer gol con el Celta. Dicho tanto lo conseguiría el 4 de junio de 1989, a tres jornadas para el final del campeonato liguero.

Volvería a coincidir con Delfín Álvarez, quien había relevado a Novoa en el banquillo. Pero Delfín sólo coincidiría en catorce partidos con Rodolfo, ya que ante la mala situación del equipo en la tabla, hizo que Maguregui dirigiera al equipo hasta el final del campeonato, un final dramático que acabaría con el club vigués en Segunda.
A causa del siempre temible descenso, el lateral de As Burgas cambiaría de aires después de militar tres temporadas en el Celta, tres años en los que sumó un total de 2 goles en 96 partidos de Liga disputados. El dueño de la banda izquierda abandonaría Vigo tras tres excelentes campañas en las que ofreció, posiblemente, la mejor cara de toda su carrera.

En la fila de abajo y segundo por la derecha, vemos a Rodolfo como jugador del Celta.

- Con el Betis viviría otro descenso consecutivo en el ejercicio 90\91, contando con menos partidos a los que estaba acostumbrado a jugar. Terminó la siguiente campaña con el conjunto bético en Segunda para fichar posteriormente por el equipo de su ciudad, el C.D. Ourense, desapareciendo de Sevilla con recuerdos amargos.

Posteriormente ficharía por el Ourense, club de su tierra en el que permaneció cinco temporadas antes de recalar en el modesto Lalín. Ya a finales del siglo, Rodolfo Dapena abandonaría la práctica del fútbol.

De cerca: Pablo Antas.



- Curtido en la categoría de bronce española, se dio a conocer en la cantera del C.D. Lugo hasta que participó en sus primeros compromisos de la competición. Por entonces, el equipo lucense luchaba por ascender a Segunda, lo que a día de hoy ya es una realidad. Sin embargo, Pablo Antas Pereiro ya no se halla en el equipo.

Se fue al Órdenes, jugó para el Cerceda y fichó por la Unión Deportiva Somozas para volver a competir en Segunda B, algo que también haría en su paso por el Rápido de Bouzas. Actualmente se halla compitiendo en Tercera con el Compostela, un equipo histórico que espera volver a los altos niveles.
Pablo nació en la provincia de Lugo, el 15 de octubre de 1990. Se trata de un centrocampista que bien puede actuar como volante o interior, además de ocupar las dos bandas como extremo, pues es un tipo muy versátil.

No deberíamos despreciar a jugadores acostumbrados a competir en otras competiciones que no sean la Primera o Segunda División. A veces es cuestión de tener la fortuna de llegar, y Antas ha dejado buenos números como para alcanzar esos objetivos.

Este medio natural de Monterroso ha jugado al lado de hombres que han llegado a la élite del fútbol español, tales como Miguel Escalona, el "Chino" Losada, Antonio López, Iván Pérez, Adrián Mouriño o José Manuel Aira, entre otros.
Precisamente en el Lugo coincidiría con bastantes profesionales a las órdenes de Quique Setién, aunque antes tuvo que jugar para la S.D. Monterroso, con la que llegó al segundo grado de juvenil antes de unirse a la entidad lucense.

Antes de llegar al primer equipo rojiblanco, Antas destacaría tanto en el juvenil como en el Polvorín, para después jugar durante un breve periodo de tiempo en la Sociedad Deportiva Club Órdenes, de donde retornó a su club de origen.

Quique Setién quiso contar con el centrocampista monterrosino para el primer equipo, un C.D. Lugo que ya luchaba por subir a la categoría de plata en la campaña 2009\10, en la que se produciría el debut de Pablo Antas con el primer equipo lucense.
Su primera aparición en Segunda B llegaría el 1 de noviembre de 2011. El Lugo recibía en el Anxo Carro al Guijuelo, partido disputado en el que Antas contaría con sus primeros minutos. Setién emplearía al canterano en un duelo con empate (1-1).

En su primer año con los mayores participaría en once apariciones más, doblando su aportación en el curso siguiente, cuando la escuadra rojiblanca estuvo a punto de ascender a Segunda tras ganar el campeonato de su grupo.

Para Antas ya no habrían más oportunidades. El centrocampista se desvinculó del club y pasó después por varios equipos del fútbol modesto. Del Órdenes pasaría al Cerceda, y de ahí al Somozas, con el que volvería a concursar en la categoría de bronce durante tres temporadas, hasta el 2017.

En Segunda B, Pablo Antas ha disputado un total de 137 partidos en los que ha marcado 9 goles.

- Con el descenso del cuadro coruñés, Pablo Antas ficharía por el Bergantiños, de donde pasaría en 2018 al Rápido de Bouzas para volver a disfrutar de una competición más a su medida. En la entidad viguesa permanecería una temporada, llegando a participar en 24 partidos en los que registró un gol.

Si hablamos de goles, Antas ha marcado nueve tantos en su amplia experiencia compitiendo en Segunda B, en la que recientemente ha dejado de jugar tras su fichaje por la S.D. Compostela, que milita en Tercera.

De cerca: Facundo Pellistri.

- Tuvimos la ocasión de verle en la Liga Española hasta hace muy poco, jugando para un Deportivo Alavés que descendió al final de la campaña...