- Esta es la historia de un jugador de sangre gallega que, como muchos otros, ha tratado de buscarse la vida en el fútbol español en busca de cumplir sueños, un oriundo más que ha militado en el R.C. Celta de Vigo.
Victorino Manuel Gontade nació en Argentina pero sus padres eran gallegos. De hecho, cuando el centrocampista aterrizó en España fue para visitar a su familia que vivía en Galicia. Ya de paso aprovechó para probar suerte en varios clubes, algo que no le sirvió de mucho pese a su impecable trayectoria en el fútbol argentino.
Victorino actuaba de "half derecho" , como se decía otrora refiriéndose a la demarcación de defensor de medio campo. También conocidos como half izquierdo y derecho o simplemente halfback, fue una posición futbolística propia de la formación piramidal invertida en la década de los años treinta que posteriormente persistió en los rasgos futbolísticos de los lateral-volante del fútbol brasileño en los años setenta.
Sus pasos iniciales sucedieron en el fútbol argentino. Primero vistió los colores del Huracán, con quien concursó en 16 partidos en 1930. Después pasó a formar parte del Club Atlético Platense a partir de 1931, demostrando un gran nivel y participando en 21 encuentros de la Liga Argentina (L.A.F.). En el "Calamar" coincidió con destacados jugadores como Guaico, Cerviño, Arrese, Landolfi, Beristain o Ferrara.
Continuó hasta 1932 "moviéndose como un calamar en su tinta", como dijo en su día el periodista Palacio Zino, quien descubrió el apodo de "Calamar". Su buen hacer en el conjunto bonaerense, hizo que se su llegada a España se hiciera eco en los medios. El 24 de febrero de 1934, el periódico de Buenos Aires "La Razón" publicaba las siguientes líneas:
" Victorino M. Gontade emprenderá viaje rumbo a España el seis del mes entrante. Sigue la ruta de Seijas, dispuesto a defender los colores de una de las entidades más prestigiosas de la Madre Patria: El Football Club Barcelona. Quiere renovar en los fields españoles las hazañas realizadas en los nuestros y como no carece de condiciones, que las posee en grado sumo, y le sobra juventud y entusiasmo, puede adelantarse que triunfará allá de igual manera que venció en nuestros estadios".
Como cita la noticia del diario argentino, Victorino Gontade se decidió a dar el mismo paso que ya diera su compatriota Juan Francisco Seijas, otro hombre que antaño vistió los colores del R.C. Celta de Vigo.
Tras su grata experiencia en equipos como Huracán y Platense, el mediocampista decidió embarcarse en la aventura de viajar a España para, en principio, visitar a su madre que vivía en Vigo. El 22 de Marzo llegó a Barcelona a bordo del buque "Augustus", procedente de Buenos Aires.
El presidente y el secretario aguardaban a su llegada y le enseñaron la Ciudad Condal ese mismo día dándole un paseo en coche. Al día siguiente ya estaba ejercitándose con el plantel del F.C. Barcelona, a las órdenes del entrenador-jugador Zabalo.
La idea era que jugara un par de partidos con el equipo reserva del club catalán para irse fogueando. Así, Gontade disputó un partido amigable el lunes 3 de abril de 1934, contra el U.A. Horta, y otro el 10 del mismo mes contra el Peña Ventolrá. Sus actuaciones fueron tan pobres que el Barça rompió el precontrato que tenía firmado con el halfback.
 |
| Victorino Gontade no tuvo mucho éxito en sus pruebas por el fútbol español. |
- Fue entonces cuando Gontade zarpó hacia las Islas Baleares para probar fortuna con el Real Mallorca. Con el conjunto balear disputó un partido de la Copa Presidente ante el Constancia de Inca, el 24 de abril de 1934.
Una vez más, el nivel del medio argentino no convenció. El Mallorca saldría derrotado por 4-2 y, al día siguiente, una vez digerida la derrota, el diario "El Correo de Mallorca" no tenían mejor opinión de Gontade, plasmando las excesivas críticas contra el nuevo centrocampista:
"Debutó el domingo con el equipo rojo, un mediocentro argentino que en realidad no jugó lo que esperaban los señores que le trajeron en calidad de prueba. Un chusco, comentado el caso, dijo que mejor sería darle una guitarra y oírle cantar unos tangos... a ver si en ello ponía mejor alma, más viril temple que el que puso jugando como eje del equipo".
De esta manera, Gontade pondría rumbo a su "otra tierra", y aprovechó para hacer una visita a su madre. Corrían los primeros días del mes de agosto de 1934, y Victorino Manuel aprovecharía su estancia en Vigo para jugar con el Celta.
Gontade tuvo ocasión de vestir de celeste en sólo un partido amistoso, y éste sería ante un combinado gallego, enfrentamiento en beneficio de el ex-céltico Juanito Clemente. Aquella tarde del 5 de agosto, el Celta presentó la siguiente alineación: Lilo, Vega, Valcárcel, Armando, Gontade, Pueyo, Machicha, Gonzalito, Visagras, Polo y Nolete.
 | |
|
- El partido, vibrante y vistoso, tuvo como resultado final un empate a tres pero, una vez más, el half argentino no convenció y aquel día sería su única y última como jugador del R.C. Celta, y por tanto su adiós particular al fútbol español.
Gontade abandonó la Madre Patria con más pena que gloria, pero continuó jugando al fútbol en su país natal al fichar por el Club Atlético Tigr , donde permanecería a partir de 1935. A mediados de los años cincuenta, Victorino aún continuaba viviendo en Buenos Aires, es lo último que se supo de él.
