- Muchos lo recordaban por ser el hijo de un icono del celtismo, el legendario extremo cántabro Santiago Sanz Fraile "Yayo". Como hizo su progenitor, vistió la camiseta celeste. Y, al igual que él, eligió hacerlo como atacante, sólo que éste se decantó por una opción más cercana al gol, pues Santiago hijo era un espigado delantero con más vocación de gol que el mítico en inolvidable Yayo.
A Santiago Sanz Méndez se le conocía más bien como "Quecho". Su padre era cántabro, pero éste nació el 1 de marzo de 1962 en la ciudad de Vigo (Pontevedra). Toda su carrera se desarrolló entre Celta, Ourense y Arenteiro.
El joven vigués contaba con dieciocho años de edad cuando se formó en las secciones inferiores célticas. El primer equipo se hallaba en Segunda División B buscando el rápido ascenso a Primera en la temporada 1980\81.
- Con el Celta habiendo liderado la tabla del grupo I en su grupo de Segunda División B, y tras haber realizado un excelente campeonato en el que no hubo rival, los vigueses se enfrentaron al Real Mallorca para decidir el título de campeón absoluto de la categoría. En este partido hizo primera aparición Quecho, entrando en el terreno de juego en lugar de Galera y para ganar el partido por 1-3 en tierras mallorquinas. También jugaría el partido de vuelta en el estadio de Balaídos, llegando a marcar su primer tanto con la elástica celeste.
En la siguiente campaña (81\82), el atacante vigués ya entraría a formar parte del plantel que buscaría otro fugaz ascenso, esta vez a Primera División. Quecho contaría con bastantes oportunidades para lucir sus cualidades en la categoría de plata española, pues Pavic confió en él y le dio la oportunidad de jugar en 17 ocasiones.
Al Celta todo le salió a pedir de boca, y al término del campeonato conseguiría retornar a Primera después de tres años fuera de la misma. Y como no podía ser menos, Quecho contribuyó con un gol para aportar su granito de arena en el gran año de los célticos, su segundo y último tanto para el R.C. Celta. El joven Santiago marcaría el segundo de los cinco tantos que el conjunto vigués endosó al Levante en Balaídos (5-1).
Con el Celta ya en la categoría máxima, y tras realizar un merecido homenaje a Manolo "el gran capitán", los célticos prepararon con ilusión su reaparición en la máxima categoría del fútbol español .Quecho realizaría el "stage" en Cabeza de Manzaneda junto al resto de sus compañeros, formando parte de aquel R.C. Celta compuesto por jugadores como Ademir, Mercader, Mori, Barciela, Canosa y Lemos entre otros.
Mientras se atravesaba una profunda crisis en el seno de la junta directiva, Quecho aguardaba con impaciencia su particular estreno en Primera División con el equipo de su ciudad, como ya haría su padre en tiempos más remotos.
Así que Milorad Pavic no tardaría en concederle sus primeros minutos en el fútbol de élite y, ya en la primera jornada de la liga 82\83, se estrenaría en Primera con el Celta. El todavía joven delantero gallego saldría del banquillo en el minuto doce de la segunda parte, en un partido ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán.
El objetivo era claro, habría que tratar de romper el empate a cero en un partido dificultoso en el que podía ganar cualquiera de los dos rivales, pero para colmo de los gallegos, sería el conjunto de Híspalis quien se llevaría los dos puntos tras el tanto firmado por el sevillista Santi, cuando faltaban escasos minutos (1-0).
Finalmente jugaría un total de 14 partidos con el Celta, con el desafortunado final del descenso del equipo al término de aquella nefasta campaña. La espina que le quedó clavada a Quecho fue la de no poder hacer ningún tanto en la mayor división de España. Por lo demás, consiguió cumplir el sueño de debutar en la misma.
Plantilla del Ourense que consiguió el ascenso en 1995, con Quecho de pie a la derecha. |
- Parecía contar con un hueco en la plantilla en el verano de 1984, pero finalmente sería descartado por el técnico Cid Carriega y el jugador acabaría desvinculándose del club para fichar por el C.D. Ourense.
Tras dos años en el conjunto rojillo, ficha por el Arenteiro de Carballiño, y allí juega durante dos años hasta regresar de nuevo a Ourense en 1988. Continuó jugando para el club de O Couto hasta el fin de su carrera, habiendo conseguido un ascenso a Segunda División en la temporada 1994\95. Quecho se convirtió en una leyenda del cuadro ourensano junto a jugadores como, Quino, Preciado, Nolis y otro ex-céltico el guardameta Hortas.
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