- Peligroso delantero a la hora de encarar, buen regate, veloz y muy oportunista. Nacido en Vilalba (Lugo) el 30 de mayo de 1962, Vicente Celeiro Leal se inició en el Villalbés de su pueblo natal antes de ingresar en el juvenil del Deportivo de La Coruña, y posteriormente dar el salto después al Fabril, filial directo del primer equipo.
Con Luis Rodríguez Vaz como entrenador del Fabril, Vicente comienza a destacar poderosamente entre los jóvenes canteranos que soñaban con aspirar a subir a la primera plantilla, y el atacante lucense fue uno de los pocos en conseguir dicho objetivo.
En la primera plantilla del conjunto herculino juega durante ocho temporadas, debutando en Segunda División junto a jugadores como Castro, Traba, Muñoz, Carreras y el cordobés Pérez Durán, cuyo hermano ya militara en el Celta a comienzos de la década de los ochenta.
Celeiro pasó del Deportivo al Celta. |
En esa misma campaña llegaría aquel importante gol bautizado como "El milagro de San Vicente", un tanto que salvaría al conjunto coruñés de descender a la Segunda División B española. Por poco, el delantero lucense se perdería el ascenso del Deportivo de la Coruña a Primera, pero la causa sería por alcanzarla cuanto antes, jugando para el Real Club Celta, donde llegaría antes de comenzar el curso 89\90.
Con el reciente disgusto del asesinato de Quinocho y el trágico accidente de Alvelo, el Celta prepararía la pretemporada con las buenas sensaciones deportivas alcanzadas en el ejercicio anterior, rozando la clasificación para disputar la Copa de la UEFA.
El conjunto celtiña contaría con la presencia de José Manuel Díaz Novoa como director del banquillo, y tras la marcha del delantero brasileño Amarildo, el Celta trata de reforzar la zona de ataque con éxito, y Maric, Mejías, Nilson, Lucas, Mauricio y Vicente. Serían los encargados de hacer que la baja del grandioso delantero carioca apenas se notase, pero no fue así.
La vida deportiva del atacante lucense había cambiado bastante, pues pasaría de ser un referente del ataque deportivista en Segunda, a jugar en la máxima categoría contra equipos de mayor nivel. Aún así, Vicente conseguiría jugar catorce encuentros de liga en su primer año como céltico.
En el Celta se le empezó a conocer como "Vicente II", ya que durante su estancia en el club vigués coincidiría con su tocayo Vicente Álvarez. En un equipo de grandes exigencias, el vilalbés debería luchar por la titularidad.
Su debut no se hizo esperar mucho. El 10 de septiembre de 1989, Novoa le daría unos minutos en la segunda jornada de liga ante el Sevilla C.F. en Balaídos. Entraría como sustituto de Lito para tratar de remontar el resultado adverso de 0-1 para el conjunto nervionense, que cuatro minutos antes de que Vicente pisara el terreno de juego, había anotado el tanto. El nerviosismo, las ganas y el ansia por hacer su primer gol, no le permitieron realizar un buen partido, por lo que el Sevilla sacaría dos positivos de tierras olívicas manteniendo el resultado favorable exitosamente.
Su participación sería más bien actuando como revulsivo, saliendo siempre como reserva hasta gozar de la oportunidad de salir desde el inicio de un partido. Novoa, con su puesto de entrenador colgando de un desgastado hilo a punto de romperse, decidió alinear al delantero gallego ante la desesperación de la mala situación que atravesaba el Celta en liga. Se estrenaría como titular en Balaídos ante la Real Sociedad, pero ante la poca eficacia cara a la meta rival, acabó siendo sustituido en el minuto 15 de la segunda mitad, el partido finalizaría con empate a cero.
Con Delfín Álvarez en el banquillo dispuso de dos ocasiones para salir de inicio al campo, pero el resultado sería el mismo, el atacante lucense no era capaz de estrenar su cuenta goleadora. El siguiente entrenador en sentarse en el banquillo celeste sería Maguregui, quien contaría con el jugador en contadas ocasiones.
Vicente Celeiro durante un partido con el Celta (Foto de La Voz de Galicia). |
- Finalmente, el Celta de Vigo acabaría descendiendo a Segunda División tras contar con la colaboración de tres diferentes entrenadores incapaces de salvar la pésima situación del equipo. Con tan sólo 24 goles a favor, ninguno marcado por Vicente, el equipo vigués completaría una nefasta temporada en penúltimo lugar.
La temporada 1990\91 sería la última del jugador lucense, retornando a la categoría de plata, donde se reencontraría con el gol. Con el prioritario objetivo de regresar a Primera, el Celta comienza a reforzarse para buscar el ascenso por la vía rápida. Pero en vez de aspirar al objetivo, tuvo que luchar por eludir el descenso a la categoría de bronce.
Vicente Celeiro conseguiría marcar solamente tres tantos en sus veintena de partidos disputados en los que contó con mayor titularidad que en el año anterior. Tras su corta experiencia en la entidad olívica, retornaría a su localidad natal para acabar jugando de nuevo en el Racing Villabés, previo paso por el Lugo.
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