¿Te acuerdas de Goran Maric?

- Como en el caso anterior, el de Rafinha Alcántara, Maric es hijo de otro futbolista que se enamoró de Vigo e hizo que su hijo se educase en el entorno gallego. Zoran Maric fue un delantero serbio de los años ochenta cuyo primogénito quiso seguir sus raíces representando al Celta años después.
Además del Celta, Goran se fue a Barcelona para probar suerte en su equipo filial, y su carrera continuaría en equipos de origen británico, húngaro y hasta kazajo. También representó a Las Palmas y Real Unión de Irún.

Goran Marić Govorcin (Горан Mapић) nació el 23 de marzo de 1984 en Novi Sad (Serbia), aunque desde hace años que se siente un gallego más y eso se nota en su acento. De su padre heredó hasta la demarcación, aunque con menor éxito en el Real Club Celta, quizás fue eso lo que le pesó bastante para triunfar en el conjunto vigués.

Goran llegaría a debutar para el Celta de Vigo.

- Se formó en las categorías inferiores de la S.D. Compostela y continuó creciendo en la cantera del Barcelona, hasta llegar a Vigo en el 2001. El joven serbio ficharía por el Celta para trabajar durante años en sus secciones menores y después buscar la oportunidad que un día tuvo su padre. Sus primeros años en el B celeste no fueron fáciles, apenas contaba con oportunidades para demostrar ese humilde talento que escondía en sus botas. Pero ya en el ejercicio 2004\2005, llegó a marcar 9 goles en 35 partidos, jugando al lado de otros canteranos que con el Celta pisaron la máxima categoría como el portero Sergio Álvarez, Jonathan Vila, Roberto Lago, Iago Aspas o Dani Abalo.
La siguiente campaña fue mucho mejor, ya que Goran marcó 15 tantos en 34 encuentros disputados, llamando así la atención de la Unión Deportiva Las Palmas, por lo que se iría al conjunto isleño cedido durante medio año. Allí no tuvo mucha fortuna, ni siquiera logró batir portería y regresó a Vigo para finalizar la temporada con el Celta, donde se reencontró con el gol.

El curso 2007\2008 fue el mejor de todos para el ariete hispano-serbio, ya que llegó a marcar 21 goles en 32 partidos, y eso hizo que el técnico celtiña López Caro le diera una oportunidad, sólo una mereciéndose incluso más.
Maric disputó apenas media hora de un encuentro en Segunda División con el primer equipo. Fue en un Celta-Castellón en Balaídos, en un partido desastroso en el que el conjunto céltico acabó perdiendo 1-2 frente al club de Castalia.

Aquel partido del frío 2 de enero de 2008, fue su única oportunidad, algo injusto teniendo en cuenta su gran labor con el Celta B y lo poco que ofrecían sus compañeros del primer equipo, quienes tampoco demostraron mucho durante el resto de la temporada.

Desgraciadamente, tampoco él fue capaz de demostrar sus mejores virtudes, perdía balones con facilidad y se le apreciaba perdido por el campo. A partir de ahi, Goran no dispondría de más minutos para convencer al  "míster". Aunque sí fuera convocado en alguna ocasión, no volvería a tener la oportunidad de emular a su padre con el Celta.

Una anécdota a destacar sobre su compromiso con el Celta, fue la de una convocatoria con el primer equipo en un partido a vida o muerte en Jerez, el 8 de Marzo de 2008. El futuro de López Caro en el banquillo pendía de un hilo y todo dependería de aquel resultado. Un resultado desfavorable por 1-0 para los jerezanos en el que Maric no gozaría de ningún minuto para remontar un mal resultado en contra.
E ahí el detalle del atacante serbio, pues habiendo viajado hasta Jerez y no disputar un sólo minuto del partido, decidió por propia iniciativa pagarse el billete de avión y darse una paliza de viaje para unirse a sus compañeros del Celta B para jugar el partido al día siguiente en Barreiro a las doce de la mañana.

En definitiva, Goran Maric no volvería a tener otra oportunidad para demostrar el talento que había heredado del  "Gran Zoran", López Caro sería destituído tras el Xerez-Celta y el equipo continuaría un año más en la categoría de plata española.

Finalizada su etapa en Vigo, Goran Maric se marcharía al Barcelona para jugar en su filial.

- Sus números en cuanto al Celta, son de un partido sin goles en el primer equipo, y de 49 goles en 140 partidos con el equipo filial. Considerado que no llegaría muy lejos ante la falta de oportunidades en el Celta, Goran le solicitó al club que le dejaran marchar al Barcelona Athletic, donde remató la temporada con 11 goles en 34 partidos.

Tras su año de cesión en el filial azulgrana, en el 2009 se lanzó a la aventura de la liga inglesa, pero la de la Tercera División. Después jugaría en el Real Unión irundarra, de donde pasó al Pápai hungaro y al Zhetysu Taldykorgan, de la liga kazaja. En 2014 se quedaría sin equipo una vez desvinculado del Pápai, por lo que se retiró del fútbol.