- Mauro Rodríguez Cuesta, un delantero potente, amante del club de su ciudad, y con mucho olfato de gol que nació el mismo día que su nombre de pila indica, el día de San Mauro, el 15 de enero de 1932 (Vigo). Cuando hablamos de Mauro, hablamos de gol, y es que este ariete vigués es el mayor anotador de la década de los cincuenta, por delante de hombres como Manuel Hermidita, Olmedo, Torres, Atienza o Mekerle, siguiendo el mismo orden.
La década de los cincuenta fue una gran época para el Celta, en la que se afianzó como equipo de Primera División, categoría que perdería a finales de la misma década. En sus cinco años como jugador celtiña, Mauro llegó a marcar 69 goles, un gran registro que le coloca como uno de los goleadores más legendarios del club vigués.
Mauro como jugador del Levante. |
Su debut con el Real Club Celta se produjo un 27 de septiembre de 1953, en un derbi ante el Deportivo de La Coruña, en el que el vigués sólo contaba con veintiún años. Era el tercer partido de la temporada 53\54 y el Celta se adjudicaba la victoria por 3-1 en Balaídos. El Celta venía de ganar en Oviedo y atravesaba un buen momento en aquella época.
Aunque realmente no fue la mejor temporada del joven delantero vigués, ya que sólo disputaría 6 encuentros. Eso sí, llegó a marcar dos goles, y ambos fueron en la penúltima jornada de liga, en Pamplona ante el Osasuna, (2-2).
La campaña 54\55 fue bien distinta para este habilidoso rematador, ya que llegó a disputar 25 partidos en los que materializó 12 dianas. Mauro ya formaba parte del once titular del Celta, y de ahí en adelante sería un fijo en cada alineación, compartiendo vestuario con míticos jugadores como Gaitos, Lolín, Torres, Pepe Villar o el argentino "Che" Gutiérrez.
Avanzada la temporada, Mauro amplía con el conjunto vigués por cuatro temporadas más, suponiendo ello, una mejora económica en su contrato. Sin duda, su mejor temporada fue la 55\56, en la cual disputó 28 partidos realizando 24 goles. Esta misma campaña salió una polémica en torno al "Trofeo Pichichi" del campeonato.
El jugador del Real Madrid, Alfredo Di Stefano, había quedado como máximo realizador aunque su premio nunca fue justificado debidamente, ya que surgió un escabroso tema en el que se decía que a Mauro le habían quitado un gol adjudicándoselo injustamente a un defensa rival, mientras otros comentaban que al argentino le habían sumado un gol que nunca había anotado.Pero por desgracia, Di Stefano acabó como el goleador, y aquella polémica nunca se aclaró.
La controversia tuvo tuvo una gran repercusión en el ámbito nacional, y los clamores de justicia se oyeron incluso en las altas esferas políticas. En la campaña 56\57, Mauro continuó haciendo goles para el Celta, concretamente 16, habiendo jugado un partido menos que en el anterior curso.
Un gol menos hizo en la temporada siguiente, la última como jugador celtiña , aunque también hay que decir que sólo jugó 22 partidos, lo cual hace que sea otro gran registro para el atacante gallego.
Los números totales de Mauro con el Celta son inmejorables, ya que en su épico lustro llegó a anotar 69 goles en 108 partidos. Estas cifras dan la impresionante media de 0´64 goles por partido, o lo que es más o menos lo mismo, dos goles por cada tres encuentros, algo realmente extraordinario y que describe a Mauro como un delantero de los grandes, resultando un tanto tosco para los refinados analistas. Sin embargo, su forma de jugar y su gran olfato de gol, dicen de Mauro que es uno de los artificieros más eficaces de la historia del Real Club Celta.
Mauro dentro del área rival en medio de una ocasión para los célticos (primero por la derecha). |
- En la temporada 1958\59, el ariete gallego abandonó su tierra para fichar por el Real Zaragoza, algo que debilitó mucho la estructura del Celta de cara a la próxima temporada, llegando incluso a perder la categoría al término del ejercicio 58\59.
Tampoco tendría mucha suerte el delantero vigués en su etapa como zaragocista -también en Primera División-, ya que sólo hizo diez goles en sus dos temporadas en el conjunto maño, ocho en la primera y dos en la última. Posteriormente jugaría para el Levante.
Mauro luchó con pasión por defender los colores celestes, su mejor arma fue el gol, a veces bajo el manto del oportunismo y la grandeza de los mejores delanteros de nuestra Liga. Buena muestra de ello son sus excelentes cifras como goleador.
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