miércoles, 1 de abril de 2020

Primer derbi entre Celta y Dépor.



- Las estadísticas dicen que el Celta de Vigo es el ganador de todos los clásicos gallegos que se han disputado hasta la fecha, con un cómputo global de 50 victorias para el equipo vigués, 31 empates y 45 victorias para el Deportivo de La Coruña.
En la faceta goleadora salen también vencedores los célticos con 265 tantos a su favor, mientras que los deportivistas suman 245 dianas. Así pues, 126 partidos son los que se han disputado entre los dos clubes más representativos de Galicia, cuya rivalidad no tiene fin.

No tiene fin y tuvo en principio. Hoy quiero rememorar el primer derbi gallego de la historia, es decir, la primera vez que los del norte se midieron a los del sur en un partido oficial. Consta que ese fue el primer clásico entre Celta y Dépor.

Rubido fue el triste protagonista del primer derbi.
- Pero el primer derbi no se disputaría en el terreno de juego, sino en los despachos. Sería a través de la fuga de Luis Otero, Ramón González, Chiarroni y el portero, Isidro Rodríguez, al conjunto coruñés, dejando plantado al recién nacido Celta justo antes de estrenarse en competiciones oficiales. Por ello, se inició una  "guerra burocrática" entre clubes que resolvió la Federación con dejar al conjunto coruñés en blanco en la temporada 1923\24, mientras que a los jugadores se les invitaba a recapacitar.
A causa de aquel conflicto, aquel año los seguidores se quedarían sin su primer derbi gallego, y tuvieron que aguardar hasta el año siguiente. Como no podía ser menos, llovió, y mucho. Fue el primer derbi oficial de la historia, y se disputó en el viejo estadio de Riazor, situado a unos metros del actual.

Ocurrió el 9 de Noviembre de 1924. El choque tuvo una previa caliente, pues aún se arrastraba el  "derbi burocrático" que había ganado el Celta por la descalificación por alineación indebida del cuadro herculino. Pero en aquella campaña 1924\25 sí se pudo llevar la lucha a los terrenos de juego, y en la quinta jornada, última de la primera vuelta, el Deportivo de La Coruña esperaba al Celta de Vigo en su estadio con cierta hostilidad  y con Ramón González, Chiarroni y Otero en su formación.
El conjunto vigués, que vestía de rojo, formaría con los siguientes: Rubido bajo palos, como defensas Pasarín y Juanito Clemente  Queralt, Balbino y Hermida conformaban la línea de medios, y en delantera Reigosa, Chicha, Polo, Correa y Salvador.

A las tres de la tarde estaba previsto el inicio del choque entre coruñeses y olívicos. Llovía tanto que se barajó la posibilidad de suspender el partido. Pero a las tres y diez minutos, el colegiado Saracho - árbitro vizcaíno- dio el pitido inicial.

En una primera parte sosa, jugado en un terreno totalmente encharcado, las defensas (que eran de dos hombres) se impusieron a los ataques (que eran de cinco). El equipo vigués fue dominante en ese acto inicial, pero no trasladó ese hecho al marcador.

El Celta, que había sido escandalosamente goleado unos días antes por el Sevilla (10-0) en un amistoso, resultado que se atribuyó en gran parte a los errores garrafales del meta Rubido. Y en Riazor volvió a fallarle  a su equipo, pues hay datos en los que se manifiesta que el cancerbero céltico había errado en los tres tantos del equipo coruñés, que acabaría venciendo por 3-0 en el primer derby entre Coruña y Celta.

El primer gol sería de penalti, causado por la mano de Juanito Clemente, y transformado por el deportivista Leonardo en el minuto diez del segundo tiempo. Diez minutos después vendría el segundo, tras un disparo cruzado de Pereiro, el mismo que marcaría el definitivo tercer y último tanto del encuentro.

Tras aquella pobre actuación de Rubido, el cronista de  El Pueblo Gallego publicó la siguiente nota en su crónica: "Los equipos tienen que tener portero; por lo menos para cualquier contingencia. El Celta hace tiempo que carece de él". - A la vez concluiría refiriéndose al partido: "El Celta no mereció una derrota como la que le  infligió el Deportivo".

Diapositiva del antiguo campo de Riazor en el que Deportivo y Celta se vieron las caras por vez primera.

- Aquella fue la mala tarde de Rubido. Pero esta vez dolía más, pues él mismo no supo impedir que en la historia del fútbol gallego se escribiera una página tan nociva para sus intereses y los del Celta de Vigo.
Aún así, le echó arrestos y defendió como pudo la meta que representaba a la ciudad olívica en el primer derbi gallego entre Celta y Deportivo, el primer enfrentamiento entre dos eternos rivales. Fue el principio de muchas contiendas a lo largo de muchos años del fútbol gallego.

De esta manera se resolvió el primer de los muchos retos que nos han ofrecido los dos equipos más importantes de Galicia, derbis que se echan de menos desde que el conjunto coruñés bajó a Segunda en 2018.

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