¿Te acuerdas de Manuel Guimerans?

- Ligado gran parte de su carrera al Deportivo de La Coruña, Guimerans era un centrocampista que en principio comenzó como delantero y en algunas ocasiones fue alineado como defensor. Vigués de nacimiento (18 de Diciembre de 1918), Manuel comenzó a jugar al fútbol con el Peña Colón y después pasó a formar parte del conjunto coruñés desde la campaña 1941\42, poco después de acabar la Guerra Civil española. Con el Deportivo jugó durante ocho temporadas a un gran nivel, aunque descendió a Segunda en la campaña 44\45, consiguiendo rápidamente de nuevo el ascenso a la máxima categoría.

En toda su trayectoria como jugador blanquiazul, Manuel Guimerans Correa siempre jugó un gran número de partidos y cumpliendo un papel muy importante en el campo, encargándose de las tareas de la medular con sacrificio y pundonor.

Guimerans como jugador del Deportivo.

- Con gran clase y calidad, Guimerans no era muy querido por su afición, pero cumplía siempre a la perfección y cubría cualquier parte del campo actuando normalmente por la banda derecha. Destacó al lado de jugadores como Molaza, Bienzobas, Chao, Marquinez, Reboredo, Muntaner o Elícegui. Manuel se adaptaba a cualquier zona de juego, ofreciendo siempre lo mejor de sí mismo y dejándose el alma en el campo en cada minuto disputado.
Después de dedicar gran parte de su vida deportiva al conjunto herculino, Guimerans ficharía por el Real Club Celta, ya que el vasco Zubeldia se había marchado al Zaragoza y el conjunto vigués precisaba de un jugador de similares características, para ello se pensó en Manuel Guimeráns, que firmaría con la entidad olívica por cuatro años.
El 8 de Octubre de 1950 debutaría con la camiseta celeste en San Mamés. Fue en un difícil choque de la quinta jornada ante el Athletic Club de Bilbao, que acabaría con nada menos que un 9-4 favorable a los vascos. Guimeráms saldría formando con Simón, Alonso, Lolín, Otero, Díaz, Atienza, Mekerle, Santiago Vázquez, Sobrado y Juan Vázquez.

A raíz de ese partido, Guimeráns se convertiría en un fijo del once celtiña, marcando su primer tanto con el Celta en la 23ª jornada del campeonato liguero. El conjunto entrenado por Luis Casas Pasarín, jugaría a domicilio frente al Valladolid, y aunque Guimerans hiciera un buen partido firmando un tanto, no valdría para contrarrestar el 3-1 favorable al conjunto blanquivioleta. Al término de la campaña 50\51, el medio vigués sumaría un total de 22 partidos jugados en los que marcó ese gol al conjunto pucelano.

Al año siguiente jugaría cedido en el Racing de Ferrol, el cual se hallaba en la segunda categoría nacional. Sorprendió en aquellas fechas una nota escueta de la junta directiva en referencia al jugador, al que se le abre expediente disciplinario.

Aquella nota publicada por el club departamental decía lo siguiente: "Examinada la conducta observada por el jugador Manuel Guimeráns Correa, a través del expediente que al efecto le fue instruido, se le concede la baja del equipo ordenándose se incorpore al Club Ferrol de la segunda categoría nacional en calidad de cedido, y de acuerdo con sus directivos, donde permanecerá esta temporada en observación de conducta". 

El mal comportamiento de Guimerans con el club evitó que siguiera una línea parecida a la que vivió en La Coruña, pero regresaría al club vigués en la siguiente campaña para enmendar los errores pasados.

Tras completar la temporada 51\52 con los ferrolanos, regresó a Vigo para iniciar el siguiente curso a las órdenes del técnico Odilo Bravo, que había llegado a la entidad celeste tras concluir con su carrera como futbolista.
Cambiaría su negativa conducta y participaría con el equipo en la gira americana del verano de 1952, visitando diferentes países como Guatemala, Cuba o San Salvador para hacer patria jugando al fútbol en un viaje que resultó bastante productivo.

Manuel Guimerans (como jugador del Deportivo) cae al suelo ante la presencia del céltico Juanín.

- Ya iniciada la campaña 52\53, Guimerans volvería a vestir la celeste en la quinta jornada con otra mentalidad, pero no tendría muchas oportunidades para demostrar su talento, ya que sólo sería alineado en cinco partidos. Participaría en la victoria del derbi ante el Deportivo (2-0), y jugaría contra Oviedo, Málaga, Atlético de Madrid y Valladolid.

En febrero de 1952, sería traspasado al Cádiz, el cual participaba en la Tercera División española. El conjunto vigués no precisaría de sus servicios y para el jugador supondría jugar dos años más al fútbol, siendo ya un veterano centrocampista.
En la campaña 1955\56 se hizo entrenador del Tui, equipo en el que se alineaba de vez en cuando como jugador de campo, aunque poco a poco fue consciente de que su carrera deportiva ya había tocado a su fin.