lunes, 9 de marzo de 2020

¿Te acuerdas de Madriles?



- Gran portero de los años cincuenta y sesenta que llegó a jugar 63 partidos en Primera División. Padeció cuatro descensos con Jaén, Sporting de Gijón, Oviedo y Deportivo de La Coruña, y finalizó su carrera tras jugar para Racing de Ferrol y Avilés.

Se llamaba Rogelio Rodríguez Milo, aunque todos le conocían como "Madriles". Nació el 22 de noviembre de 1934 en Monforte de Lemos (Lugo). Dio sus primeros pasos en el Colegio de Huérfanos Ferreviarios, en Madrid. Por ello, cuando retornó a su Galicia natal algunos ya le apodaban "Madriles".
Entonces comenzó a jugar para la Ourensana, donde ya se le veían maneras de excelente guardameta, un chico con reflejos, ágil y seguro que pronto se daría a conocer en la élite del balompié nacional.

Y lo consiguió con el Deportivo, club por el que fichó cuando tuvo que cumplir con el Servicio Militar en la ciudad herculina. Allí, a las órdenes de Ángel Zubieta, y posteriormente de Villalonga, jugaría sus primeros partidos en Primera División.

Debutó para el conjunto coruñés el 13 de enero de 1957. Actuaba como suplente de Otero, pero una baja inesperada le permitiría estrenarse ante Las Palmas, en una visita del equipo canarión al estadio de Riazor.
No tuvo su tarde. El meta lucense encajaría los dos goles que le darían la victoria a los isleños por 1-2. En aquel curso 1956\57 aún tendría varias apariciones más, una en Liga ante el Athletic de Bilbao y otras tres en Copa ante Real Sociedad y Jaén.

Precisamente al conjunto andaluz se iría tras el descenso del Deportivo a Segunda. La misma suerte correría con la escuadra jienense, que perdería la categoría pese a que contó con los útiles servicios de Madriles en 19 ocasiones.

También bajaría a Segunda con el Sporting de Gijón, su siguiente destino a finales de los cincuenta. Pero allí permanecería unos años más, incluso hasta el punto de asentarse en tierras asturianas pese a no contar con la titularidad dentro del plantel rojiblanco.
En sus tres siguientes campañas compitiendo en la categoría de plata, Rogelio jugaría un total de 28 partidos sin poder ayudar al Sporting en su intentona por retornar a la máxima categoría. Sin moverse de la comunidad asturiana, Madriles se incorporaría al Real Oviedo en el verano de 1952.

Otra vez volvería a jugar en la élite, al lado de jugadores de reconocido talento como Rafael Alarcia, Sánchez Lage, Datzira, Girón y Toni Cuervo. Su mejor año como carbayón fue el segundo, en el que llegó a intervenir en 17 partidos de Liga llegando a sentar a su compañero Alarcia en el banquillo.

En su último año como oviedista estuvo relegado al banquillo, razón por la que el meta monfortino acabaría abandonando el club de Carlos Tartiere para posteriormente fichar por el Racing de Ferrol.
Tampoco gozaría de protagonismo en la entidad ferrolana, donde apenas contó para Saturnino Grech ante la competencia de arqueros como Zumalabe o Bezu. En su único año en el equipo de A Malata, Madriles no disputaría ni un partido oficial.

Madriles llegó a disputar 63 partidos en la Primera División española. 

- Tras abandonar el Racing ficharía por el Avilés, equipo con el que afrontaría sus últimos años como deportista. Se retiró a finales de los sesenta para ejercer como profesor de Educación Física en el Instituto de Bachillerato de La Calzada.

Regentó un comercio de material deportivo de gran éxito, la primera tienda deportiva de Gijón, donde Madriles se había asentado. También fue socio del ex-sportinguista Meliá, a quien le unía una gran amistad. Rogelio Rodríguez Milo falleció en Gijón en la madrugada del 7 de septiembre de 2015, tras un dificultoso proceso oncológico.

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