- Un defensa central contundente, duro... de los de antes. Camilo De Cabo Fernández "Cabiño" era un monfortino que llegó al Celta justo en una de sus mejores etapas de la historia y a punto para jugar la histórica final de Copa frente al Sevilla.
Cabiño defendió los colores celestes entre 1947 y 1952, siendo uno de los protagonistas de aquella final de Copa en 1948, que el conjunto vigués perdió ante el Sevilla en el extinto campo de Chamartín. Una final copera que el mismo jugador caracterizó como excesivamente dura y sucia por parte de los jugadores andaluces.
De hecho, el defensor lucense fue el protagonista de un choque fortuito con Juanito Arza, (años después entrenador celtiña). Ambos chocarían en una jugada en la que el andaluz quedaría tendido en el suelo inconsciente. Esta fue otra prueba de lo aguerrido que llegó a ser aquel encuentro en el que el Celta acabaría con tres jugadores menos en el terreno de juego debido a las lesiones de Simón, Muñoz y Aretio. El conjunto vigués tuvo que aguantar con ocho jugadores, ya que de aquel entonces, no se realizaban sustituciones.
Al término del encuentro, y con la rabia e impotencia que conllevó aquella derrota, Cabiño fue de los primeros en reconocer lo duro que había sido aquel partido en el que el Sevilla dio mucho trabajo a la enfermería céltica. No obstante, también aseguró que fue excesivo el calendario a causa de jugar tres partidos de eliminatoria frente al Espanyol en una misma semana.
"A aquella final llegamos deshechos y terminamos demacrados, tras jugar tres partidos con el Espanyol en sólo una semana. En Chamartín pasó de todo. Cuando terminamos el partido, los ocho que estábamos sobre el césped parecíamos viejas. Habíamos perdido cinco kilos".
Aparte de aquella desastrosa final, Cabiño disputó muchos partidos como jugador celeste. Aquel mismo año, el Celta quedó clasificado como cuarto al término del campeonato liguero, algo sólo igualado en la temporada 2003\2004, que acabó dando la opción de jugar la Champions League a los vigueses.
Con una condición técnica exquisita y una buena colocación, este lucense de Monforte de Lemos (29 de marzo de 1925) vivió una de las épocas más dulces en la historia del Real Club Celta, formando la línea defensiva con otro gran defensor, Mesa, y posteriormente con Salas o Lolín.
Su primer partido con el Celta lo disputó en Valencia, el 21 de Diciembre de 1947. Aunque no debutó con buen pie -pues el equipo perdió 7-1-, este sería el primero de los muchos partidos que Cabiño jugó con el conjunto celtiña hasta la temporada 1951\52.
En este periodo formó parte de varios de los mejores equipos que ha dado el club en toda su historia . Tuvo como entrenadores a Ricardo Zamora y Pasarín, y compartió protagonismo en el campo con futbolistas tan relevantes en el Celta como Hermidita, Pahiño, Miguel Muñoz o Pepe Villar.
Fueron 56 la cantidad de partidos que Camilo jugó con el club sin marcar ningún gol, aunque sus tareas más bien estaban en la zona defensiva del equipo, con lo cual no exigía relevancia alguna que Cabiño metiera goles en aquellos años en los que los equipos de fútbol formaban delanteras de cinco hombres.
Cabiño (abajo y en medio de la formación) formó parte de un Celta histórico. |
- Tras su grandiosa etapa en la entidad viguesa, en la que demostró ser un defensa de los que ya no quedan, Cabiño se marchó para vestir la camiseta del C.D. Logroñés. En medio de su etapa como jugador del Celta también jugó para la Unión Deportiva Orensana, club con el que casi vive su extinción.
Camilo de Cabo Fernández falleció a los 86 años de edad a finales del mese de Febrero de 2009. En el recuerdo quedan sus hazañas sobre el césped, el ímpetu, el pundonor y ese orgullo de representar a un equipo en los diferentes campos de España.
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