- Se dice pronto, pero quince años defendiendo los colores de un mismo club es algo digno de alabar. Eso hizo Venancio González Iglesias, otra figura de mi colección de futbolistas en Fame Celeste, fiel representante del Celta entre los años treinta y cuarenta.
Apodado "Capitán Veneno", por su energía y temperamento en el terreno de juego, siempre estuvo mirando por el Real Club Celta y sudando la camiseta como el que más . Venancio fue un jugador que aún teniendo mejores ofertas de otros clubes nunca quiso abandonar la disciplina céltica. Eso era amor a los colores.
Este orensano de Ribadavia (8-12-1914) era un auténtico peligro con el balón en los pies, comandaba los ataques del equipo reforzado por una gran calidad y las ganas que ponía a cada partido que afrontaba con el Celta.
Venancio intenta un acrobático remate. |
En el conjunto vigués comenzó jugando enSegunda División, pero dos temporadas después lograría el ascenso a la máxima categoría. Éste llegaría en 1936, y Venancio fue una pieza clave para lograr dicho objetivo. Hubo que esperar hasta 1939 para que Venancio debutara en Primera, al mismo tiempo que el Real Club celta, ya que la Guerra Civil paralizó todas las competiciones y hubo que esperar hasta el final de la misma. De esta manera, en la campaña 1939\40 todo volvería a la normalidad, y el "Capitán Veneno" pudo estrenarse en la división de honor con el equipo de sus amores. Partido que se celebró en tierras mañas ante el Real Zaragoza, quien venció al Celta por 3-2, ambos tantos celestes conseguidos por Nolete.
El Celta parecía no aguantar el nivel de la máxima competición española, ya que se perdió frente al ya mencionado Zaragoza, Barcelona, Hércules y Real Madrid, hasta lograr una cómoda victoria frente al Sevilla en su feudo por 1-4 en la quinta jornada de liga.
Su primer gol en la máxima categoría no llegaría hasta la decimoséptima jornada de esa misma temporada 39\40, en una clara derrota ante el Santander (6-2). El otro gol sería obra de Nolete, quien acabaría ayudando al Celta a salvar los muebles en Primera División gracias a su acierto de cara al gol.
Venancio es pura leyenda del conjunto vigués, uno de los inmortales del club que inició su carrera como céltico en 1933 y la acabó en 1948. Incluso llegó a jugar aquella primera histórica final de la Copa de España en Chamartín frente al Sevilla, donde los vigueses quedaron subcampeones.
Aquella sería su última temporada en el club, en la que sólo disputó cuatro partidos. Vivió, por así decirlo, los dos momentos más brillantes e históricos del club hasta ese momento, al margen de estar presente en los actos que se celebraron en 1974, con motivo de las bodas de oro del titular de Balaídos.
Lo fue todo en el Celta, socio, jugador, capitán y directivo. Todo un líder para sus compañeros de antes y después de los llamados "tiempos heroicos", y un ejemplo de voluntad y amor al club para los jugadores que fueron renovando paulatinamente la plantilla céltica. El incansable capitán era un ser muy querido en Balaídos.
Venancio, un jugador temperamental, ha sido un gran extremo derecha, preocupado más de servir a sus compañeros, que de buscar el lucimiento personal. Ha sido igualmente un capitán modelo, por sus voces de aliento a sus compañeros y por la enérgica corrección con la que se empleaba ante los árbitros cuando el Celta era perjudicado por sus decisiones. Esa era una virtud más del legendario "Capitán Veneno".
Venancio fue uno de los capitanes más emblemáticos de la historia del R.C. Celta. |
- Fue el primer gran capitán, un hombre sacrificado por el equipo, un hombre que renunció a jugar en clubes más grandes por el incondicional cariño que profesaba al Real Club Celta, equipo en el que llegó a disputar 162 partidos oficiales, 99 en Primera, 49 en Segunda y 14 de promoción, todo un récord.
Tanto Racing de Ferrol como Celta marcaron los pasos finales de su carrera deportiva. Venancio González Iglesias, un mito entre los mitos, falleció el 25 de Marzo de 1978. Aún se le recuerda como uno de los mejores futbolistas que vistieron la zamarra celeste.
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