viernes, 27 de diciembre de 2019

¿Te acuerdas de Paco Trigo?



- Con el mismo nombre que su progenitor, Paco Trigo Guillemette fue un delantero coruñés que vivió el inicio de una larga trayectoria del R.C. Celta en Segunda División, así como compitió en la misma categoría con otros equipos.

Su padre forma parte de un suceso bélico inolvidable. Don Francisco Trigo (Carral - A Coruña) jugaba como guardameta del Racing de Santander cuando fue detenido en un cabaré, acusado de rojo y traidor por dos falangistas dispuestos a llevarle a una zona cercana en Riazor. Allí disparaban a todo al que fuera considerado peligroso por su filiación política, y cuando se disponían a ejecutar al guardameta, el futbolista canario del real Madrid Hilario Marrero pasaba por allí para gritar: - "¡ Este señor es el portero del Racing de Santander!". Aquello salvaría la vida del padre de nuestro protagonista de hoy, que inmediatamente sería puesto en libertad en aquellos crueles comienzos de la Guerra Civil de España.

Su padre no jugó en el Celta, por supuesto, pero si influyó en la decisión de su hijo para venir al Celta. Francisco hijo nació en 1941 en A Coruña. Los comienzos de su primogénito fueron jugando para el Español de La Coruña. Fue cuando militaba en el Viveiro cuando surgió el interés de los dirigentes célticos por el joven delantero coruñés. Betis y Sevilla se unirían a la puja por Trigo, pero finalmente sería la palabra de su padre la que elegiría el destino de su hijo, pues le aconsejó que fichara por el R.C. Celta en el verano de 1961.

Tras la llegada del técnico francés Louis Hon, el club olívico comenzaría a reforzarse con otros talentos como Miguel Téllez, Braga, Edmur o Elizondo. También llegarían varias promesas de la cantera gallega, aunque no todos contarían para el nuevo técnico celtiña, y la mayoría de ellos serían cedidos a otros clubes para foguearse.

Pero no fue el caso de Trigo, pues éste si entraría en los planes de Hon y disputaría hasta el último partido amistoso de la pretemporada. Dicho partido era un homenaje al gran Pepe Villar, que se jugaría un 27 de Agosto de 1961. Los vigueses realizarían una auténtica exhibición ante el Racing de Santander, que se marcharía goleado de Balaídos por 5-0, y el último gol sería obra de Paco Trigo, que de un potente disparo desde fuera del área pondría la guinda de un partido que daría buenas sensaciones de cara al inminente inicio de Liga.

El Celta se enfrentaba a su segundo año en Segunda División y el objetivo no era otro que ascender a Primera con una plantilla repleta de jóvenes futbolistas que todavía tenían mucho por demostrar. Trigo era un atacante habilidoso, potente y con un impecable remate de cabeza que acabaría dándole la oportunidad de debutar con el Celta más temprano de lo esperado en competición oficial.

Y ya se auguraba su debut a finales del mes de Septiembre, pues el equipo acumulaba dos abultadas derrotas, un empate y una victoria en las primeras jornadas de Liga. La directiva fijó una reunión en la que se planeó el viaje que les conducirá a enfrentarse al Ourense, y para ello se sopesó conceder la oportunidad de jugar a los jóvenes Pintos, Marcelino y Trigo.

Y así ocurrió , el primer día de Octubre de 1961, Louis Hon alinearía a los siguientes: Cordal, Herminio, Tucho, Igoa, Pepiño, Téllez, Pintos, Marcelino, Joaquín, Edmur y Trigo. Pero no fue el partido que muchos esperaban en O Couto, pues el Celta mostraría su lado más rácano al realizar un fútbol bastante defensivo que acabaría reflejándose en el luminoso (0-0). Paco no pudo demostrar sus destacadas virtudes como ariete, apenas hubo fútbol de ataque y no fue el estreno ideal del coruñés con la elástica celeste.

Otra cosa que no pudo demostrar el coruñés, fue su faceta goleadora en Liga. Llegó a disputar nueve encuentros a las órdenes de Hon y de Aretio, este último sucesor del francés en el banquillo. El conjunto vigués no conseguiría alcanzar el ascenso a Primera, y Trigo cerraría el ejercicio 1961\62 sin estrenar su cuenta realizadora.

Al final de aquel curso se efectuaron numerosos cambios en la plantilla celeste, siendo Trigo uno de los afectados, pues junto al cántabro Valentín Raba se marcharía al Racing de Santander, equipo en el que había militado su padre en tiempos cercanos a la Guerra Civil. Por suerte para Paquito Trigo, no tuvo que padecer la tortura de la guerra durante su taimada estancia en el club de El Sardinero.

Su progenitor decidió el futuro de su hijo cuando otros históricos clubes pretendían sus servicios. Por desgracia no pudo demostrar la calidad que tanto le acompañó en su etapa como delantero centro del Viveiro, y se tuvo que marchar de Vigo con más pena que gloria, mientras el Celta continuó buscando un difícil ascenso a Primera que no llegaría hasta la campaña 68\69.

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