¿Te acuerdas de Santiago Formoso?

- No le hizo falta jugar en las más importantes ligas europeas para triunfar como futbolista, ya que solamente el hecho de haber compartido vestuario con jugadores como el gran Pelé, Johan Cruyff, Beckenbauer o Neeskens. Entre ellos, en aquel Cosmos de ensueño, figuraba el nombre de Santiago Formoso.

Nació en Vigo (Pontevedra) el 4 de julio de 1953, pero su familia decidió cruzar el charco a finales de los sesenta para instalarse en Nueva Jersey (Estados Unidos). Allí, en esa nación que vive para otros deportes como el rugby, béisbol y baloncesto, el llamado "Deporte Rey" sería un gran futuro para el joven "Santi".
Algo que también le interesaba era la Literatura, una rama que pudo desarrollar en la Universidad de Pennsylvania, a la que accedió gracias al fútbol. En la escuela de Kearny se supone que dio sus primeras patadas al balón.

- En principio, aquel muchacho delgadito de melena y cara angelical, se esperó una América similar a la de las películas, y algo parecido se encontró. Pero se amoldó rápidamente, apoyándose en gente de habla hispana o de lenguas extranjeras, pues ya es sabido que "América es la tierra de oportunidades". Junto a argentinos, irlandeses, brasileños, polacos, alemanes y chicos de otras nacionalidades, Santiago jugaba al fútbol por los campos hasta que se hiciera de noche. ¡Ah!, y como no, también había mucho gallego.
Aún no se había decantado entre "pala o escuela" cuando el joven vigués descubrió en el fútbol un medio para hacer amistades y en el que darse a conocer. Todo fue en un suspiro, coger una pelota en un parque cualquiera de Nueva Jersey y, tras comprobar su talento innato con el balón, ingresar en un equipo que le abriría las puertas de su futuro, pues facilitaba becas deportivas.

Jugó para el equipo de la Universidad de Pennsylvania, puente directo hacia la profesionalidad que le llevaría a fichar por el primer club perteneciente a la North American Soccer League, el Bicentennials.

Su padre trabajaba de cocinero en Long Island y falleció después de que Santiago se graduase, en 1975. Para el joven futbolista no sería fácil seguir jugando al fútbol, y más teniendo en cuenta que la NASL era una liga muy poco competitiva.
Pero Formoso había nacido para dedicarse al fútbol. Aquel chico que habían descubierto como un peligroso extremo izquierdo, acabaría amoldándose también al lateral defensivo, algo que le aseguraba la titularidad en cualquier equipo.

Pero aquel ignoto campeonato acabaría cogiendo forma con la llegada de auténticos cracks del balompié como George Best, Johan Cruyff, Pelé o el portugués Eusebio, a los que después e unirían los Beckenbauer, Carlos Alberto y Neeskens, entre otros.

Formoso se dejaría seducir por su deporte favorito y dejó sus estudios pese a que le aconsejaron que no lo hiciese. Con el Bicentennials realizaría una gira amistosa por Alemania antes de acudir al draft, momento en el que se profesionalizó.
Entonces ficharía por los New York Cosmos para estar más cerca de su madre, rescindiendo así el contrato que le unía al conjunto de Oakland. Cabe decir que, por entonces, Santiago rechazaría jugar en Europa.

Y con el Cosmos llegaría el momento cumbre de su carrera, compartiendo vestuario con aquellos futbolistas de talla mundialista como Pelé, Chinaglia, Cruyff y Beckenbauer. Con los dos últimos coincidiría en un para de exhibiciones amistosas.

Para el carrilero vigués, jugar en el Cosmos había sido la experiencia más bonita de su carrera como futbolista. Disfrutó del fútbol pegado a la calidad de aquellos jugadores con los que forjó una amistad, reconociendo que "formando parte de un equipo de Pelé, todo es más fácil". Con jugadores como Beckenbauer o Cruyff, su relación fue más bien corta.

Toda la carrera de Santiago Formoso se desarrolló en los Estados Unidos.

- Continuó con su carrera jugando para Los Angeles Aztecs, donde también coincidió con buenos futbolistas que dieron un buen nombre al fútbol estadounidense. Posteriormente militaría en el Carolina Lightnin, Charlotte Gold y Greek American, con el que ya colgaría las botas a mediados de los ochenta.

Un día trasladaré esta historia a la página hermana de Fútbol Major, pues Formoso llegaría a representar a la selección de los Estados Unidos, participando en las Olimpiadas de Montreal 1976 e incluso unos Juegos Panamericanos. En total, Santiago disputó siete partidos internacionales en honor de la bandera de las barras y las estrellas.