domingo, 12 de abril de 2020

¿Te acuerdas de Obdulio Varela?



- ¿Os acordáis del "Maracanazo"?. Yo creo que todo buen futbolero conoce la histórica anécdota que rodea a esa palabra que sigue empleándose cada vez que David golpea a Goliat, o lo que es lo mismo, cuando un equipo de menor nivel vence a un rival mayor en su campo, y en el estadio de Maracaná ocurrió eso durante el Mundial de 1950.
Brasil recibía a Uruguay en la final de aquella Copa del Mundo en la que los charrúas se impusieron increíblemente por 1-2. La gran labor de jugadores como Nasazzi, Scarone, Ghiggia y el "Negro Jefe" Varela hicieron que todo el planeta se asombrase ante la gesta uruguaya.

Pues bien, aquel "Maracanazo" contó con gran protagonismo de acento gallego, ya que en las filas del combinado celeste se hallaban gallegos de nacimiento como Pedro Cea o Lorenzo Fernández, así como oriundos de la talla de Héctor Castro, Álvaro Gestido Pose y nuestro protagonista de hoy: Obdulio Jacinto Muiños Varela.

- Ya veis que sus apellidos no dejan lugar a dudas. Obdulio Varela era de tez morena, pero muy gallego de sangre. Pero él prefería no jugar bajo el apellido de Muíños, por el dolor que supuso el abandono familiar de su progenitor, por ello se dio más a conocer como Varela, o el "Negro Jefe".
Y es que este defensor o mediocampista defensivo fue uno de los mejores capitanes que se han visto en la historia de este deporte. Tipo con galones, carácter y presencia sobre el campo, Obdulio sabía retener el balón, dar buenas charlas y utilizar de modo correcto la psicología sobre el campo. Ya en la final del Mundial de Brasil, mostró esas dotes de veteranía deportivo para relajar a sus rivales y después sacarlos de quicio.
Nació el 20 de septiembre de 1917 en Montevideo (Uruguay). Fue su madre quien tuvo que encargarse de la educación de aquel joven Varela que creció por las calles de La Teja, siempre pensando en jugar al fútbol, orgulloso de las gestas de su país en el mundo del fútbol, campeona mundial en 1930 y con una gran fama olímpica que tanto prestigio aportó a su país.

Él también acariciaría esa gloria, aquel 16 de julio de 1950 en el que todo un país coreaba nombre a nombre a sus jugadores, y entre los que se hallaba el de Obdulio Varela, el gran capitán de aquella sorprendente selección.

Fue el eterno número "5" charrúa, aquel que mandó silenciar al deporte rey con su saber estar sobre el verde, un joven futbolista que se crió en tiempos de necesidad jugando a su deporte favoritoo con balones de trapo o cualquier material que le permitiese lucir su talento.
En 1936 ya jugaba para el Deportivo Juventud, todavía tratando de emular a aquellos ídolos vencedores del primer Mundial de la historia del balompié, quienes motivaron sus inicios para convertirse en uno de los mejores futbolistas de su país.

Su envergadura y gran dominio de balón ya asombraba en aquellas competiciones planeadas de cualquier manera, pues en todos los países el fútbol quería evolucionar rápidamente. Ya con Deportivo Juventud, Varela dejaría unos registros de 20 goles en 60 partidos.

Era una forma de jugar muy diferente a la actual, pues hasta los hombres más defensivos querían alzar los brazos y gritar ¡GOL!, de ahí a que el de La Teja hiciera tantos goles en sus primeros pasos a nivel de clubes.
También marcó muchos goles para los Montevideo Wanderers, equipo en el que jugó durante cinco años presumiendo de su reciente cartel como internacional, marcando más de cuarenta goles en poco más de cien partidos.

Con el Wanderers había debutado en la categoría máxima uruguaya, en la que ya había dejado constancia de su saber hacer en las canchas antes de incorporarse al Peñarol, con el que llegarían todas sus gestas a nivel de clubes.

Varela disputaría 302 partidos para Peñarol, añadiendo 72 anotaciones más a su cuenta personal y una colección de títulos a nivel de clubes que engrandecieron su figura y la del propio club. En sus ocho años con el conjunto gualdinegro, el poderoso mediocampista 6 títulos de liga, 7 "Torneos del Honor" y otros 6 del "Torneo Competencia".

Obdulio Varela es considerado como uno de los mejores capitanes que se han visto en el fútbol. 

- Obdulio aguantó jugando al fútbol todo lo que pudo, hasta que el 19 de junio de 1955, en un partido contra el América, salió del banquillo en la segunda mitad cuando ejercía de segundo entrenador con Roque Maspoli.
Dado que su físico ya no aguantaba el ritmo de los partidos, el "Negro Jefe" sería honesto con el fútbol y reconocería que sería buen momento para colgar las botas, dejando así finalizar una exitosa carrera repleta de éxitos que pasarían a la posteridad.

Pero no hubo un éxito tan recordado como aquel "Maracanazo" en Brasil 1950, en el que Uruguay se proclamaría campeona del mundo por última vez. Obdulio Jacinto Muiños Varela pereció el 2 de agosto de 1996 a los 78 años. Sus restos fueron sepultados en el Cementerio del Cerro, Montevideo.

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