sábado, 4 de abril de 2020

¿Te acuerdas de Héctor Castro?



- Parece que Uruguay y Galicia tienen mucho más en común de lo que pensamos. Además de todos los emigrantes que cruzaron el charco para dar a luz futbolistas de talla mundial, también se sintió curiosidad por conocer el fútbol gallego, por lo que una selección olímpica uruguaya realizó una gira por España y Francia, llegando a medirse en amistosos con el un recién nacido Celta.

Es posible que Castro estuviera entre aquellos campeones olímpicos que vinieron a Vigo en 1924. Entre aquellos futbolistas se hallaban los Scarone, Nazzasi, Urdinarán y un redondelano emigrado, Pedro Cea. Para saber más sobre aquella gira en tierras gallegas visiten Fame Celeste.
Pues bien, Héctor Castro fue uno de los muchos jugadores de sangre gallega que se criaron en el entorno futbolístico sudamericano. Nació el 29 de noviembre de 1904 en Montevideo (Uruguay), aunque por parte de sus padres tenía sangre gallega.

Fue campeón del mundo en Uruguay 1930, la primera Copa del Mundo en la historia del fútbol. Además, también ganó la Copa de América en dos ocasiones y fue Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de Amsterdam, en 1928.

Aquel fútbol que desplegaba el combinado charrúa se puso de moda durante los años veinte, y de ahí salieron perlas como el gallego Héctor Castro, un delantero que con diez años ya tendría que conocer el mundo laboral. Su suerte le abandonó tres años después, cuando accidentalmente se cortó el antebrazo derecho con una sierra eléctrica.
Por ello se le conocía como "El Divino Manco". Al final, Héctor sabía sacar ventajas de su minusvalía, adelantándose a sus contrarios empujando con el muñón para llevarse el balón. Entonces aprovechaba para marcar numerosos goles.

Muy joven empezó a trabajar, y joven quiso seguir jugando al fútbol. A los diecisiete años (1921) Castro ya despuntaba en un equipo llamado Club Atlético Lito, después de haber practicado fútbol por las calles, como todos los grandes futbolistas.

Solamente necesitaría dos temporadas para despertar la atención de uno de los clubes más poderosos del país, el Nacional. En el equipo de Parque Central obtuvo su primer contrato importante, cuando el fútbol ya empezaba a profesionalizarse.
En poco tiempo ya era internacional, campeón olímpico y futuro campeón mundial. Héctor se uniría a los José Nasazzi y José Leandro Andrade, jugadores de experiencia más curtida, para aprender más sobre el fútbol y convertirse en la estrella manca que fue en aquellos lejanos tiempos.

Pero no toda su carrera deportiva se debe al Nacional, ya que dos años después del evento mundialista se incorporaría al Estudiantes, con el que compitió en la liga argentina añadiendo dos títulos de liga más a su currículo antes de retirarse en 1936. Tal vez hubiera sido el momento ideal para volver a Galicia, pero el país ya estaba iniciando la Guerra Civil.

Héctor Castro completó una increíble carrera deportiva con Nacional y Estudiantes, obteniendo tres títulos ligueros con los primeros y los dos citados con los argentinos. A todo esto hay que añadir su palmarés internacional.

A Héctor Castro le llamaban "El Divino Manco" porque le faltaba el antebrazo derecho.

- Para la selección uruguaya consta que marcó 18 goles y disputó 25 partidos. Para el combinado charrúa jugó entre 1923 y 1935, conquistando dos Copas de América (1926 y 1935), los Juegos Olímpicos de Amsterdam 1928 y el Mundial de 1930, el cual se disputaría en casa.

Héctor Castro posee el honor de haber sido el primer futbolista de la selección celeste en marcar en una Copa del Mundo, el único tanto que derrotó a Perú por 1-0. Fue el camino hacia la gloria de una Uruguay que se convirtió en la primera campeona del mundo y en la que llegaron a jugar muchos futbolistas de sangre gallega, y Castro fue uno de ellos. Falleció el 15 de septiembre de 1960 en la Montevideo que nació.

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