- Formó parte de una gran plantilla del Deportivo de La Coruña, aunque sea por unos entrenamientos y dos partidos de la Copa del Rey, que fueron sus únicas experiencias como jugador del primer equipo deportivista. Años después, él mismo reconoció no haber estado a la altura de aquel "Superdepor", pero claro, la competencia era muy alta.
Internacional por las categorías menores de la selección suiza, es otro caso de oriundos gallegos que además pació en su verdadera tierra. Salió de La Coruña para continuar con su carrera jugando en equipos como el Grasshopper, Aarau y Luzern. Actualmente ejerce como entrenador.
Gerardo Seoane Castro es gallego por todos los costados, aunque nació en la ciudad de Lucerna (Suiza), el 30 de octubre de 1978. Al igual que muchos gallegos, sus padres emigraron a la Confederación Helvética en busca de una vida mejor.
Le recuerdo como un centrocampista defensivo que luego se estableció como defensa central. No era un jugador de gran toque, pero sabía cumplir en sus tareas con orden, disciplina, buena colocación y mucha presencia.
A mediados de los ochenta se inició en las filas del F.C. Rothembourg, de donde pasaría a la cantera del Luzern en 1990. A partir de entones, Gerardo se preparó a conciencia para llegar al primer equipo.
Debutó para el mismo a mediados de la década, cumpliendo con sus primeras apariciones en la Swiss Super League, en la que disputó 39 partidos e hizo un par de goles. Posteriormente jugaría para el Sion, en el que solamente estuvo un año.
Apenas tenía veinte años cuando decidió viajar a la tierra de sus progenitores. Seoane se instaló en A Coruña para entrar a formar parte de la cantera deportivista, pasando a formar parte del Fabril directamente.
En el equipo menor del Dépor coincidió con valores del fútbol español como Aira, Emilio Viqueira y Dani Mallo, entre otros. Logró debutar en Segunda B a las órdenes de Ballesta, hasta demostrar que la categoría de bronce le venía demasiado pequeña.
Pronto se verían compensados sus esfuerzos, ya que el técnico Jabo Irureta le convocaría para sus primeros ejercitamientos con la primera plantilla, en la que figuraban los nombres de Djalminha, Fran González, Songo´o, Mauro Silva y Mustapha Hadji.
De forma inesperada, Irureta convocaría al joven suizo para estrenarse en competición con el equipo profesional. Sería en un partido de la Copa del Rey, en una visita al campo del Xerez en el que Seoane tendría algunos minutos. El encuentro se resolvería con una victoria por 1-3 para la escuadra gallega.
Aún dispondría de una oportunidad más con los mayores, y otra vez en el torneo copero. Sería en el partido de vuelta celebrado en Riazor, en el que el centrocampista saldría de inicio para realizar una gran labor en otra victoria por 3-1.
Dejó muy buenas sensaciones en sus partidos con el Deportivo, sin embargo tampoco contaría en más ocasiones para el entrenador, quedando reducida su estancia en la ciudad herculina a jugar con el filial coruñés, para el que aguantó un año más en Segunda B, antes de volver a su Suiza natal.
Tras jugar para el Deportivo de La Coruña, Seoane destacó en el fútbol helvético. |
- Abandonó su sueño en Galicia para continuar su carrera en las competiciones suizas, donde siguió jugando para el Bellinzona, donde estuvo cedido antes de cumplir su contrato con el Deportivo, del cual se desvincularía totalmente en 2002.
Seonae fichó por el Aarau, donde estuvo dos buenas temporadas que le sirvieron para llegar al Grasshopper. Aguantó dos años en la entidad de Zurich y después regresó al Luzern, equipo en el que terminaría su carrera deportiva en 2010. Actualmente ejerce de entrenador y dirige el Young Boys.
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