- Otro caso de esos futbolistas que pudieron triunfar pero que sus malos modos los estancan totalmente. Se dice que Juanín llegó hasta a ser apartado del equipo por su conducta junto a otro compañero cuando la directiva céltica estaba presidida por Avelino Ponte Caride.
Juan Cortiñas Méndez, conocido como "Juanín", nació el 24 de octubre de 1925 en Monforte de Lemos (Lugo). Además de jugar para el Celta, a lo largo de su carrera deportiva llegó a competir para otros equipos como Atlético de Madrid, Atlético Tetuán, Castellón y Deportivo de La Coruña. En Primera División solamente llegaría a disputar un total de 40 partidos. Eso sí, dejó su huella goleadora con 23 tantos.
Era uno de esos jugadores que se notaba el talento nada más tocar el balón, estudiaba las jugadas antes de llegar a la portería. Poseía esa habilidad propia de un jugador de ataque peligroso. Su zancada y dominio del balón le daba el prestigio de uno de los mejores delanteros de España, o al menos estaba llamado a ser uno de los más grandes.
En su etapa con el Celta nunca llegó a ser un titular indiscutible, sus travesuras y falta de disciplina le cargaron de problemas que le imposibilitaron alcanzar un mayor éxito como jugador celeste.
Juanín llegó al R.C. Celta en la temporada 1948, debutando un 12 de septiembre en Balaídos frente al Gimnástic de Tarragona. Entró al campo en sustitución del histórico Pahiño y revolucionó el encuentro mostrando su habilidad goleadora con dos dianas, acabando el encuentro con un 6-4 favorable a los gallegos.
Pero no es oro todo lo que reluce, como se suele decir. El monfortino desbordaba con facilidad, tenía gol y era un peligro para las defensas rivales, aunque todo eso era eclipsado por su mala conducta dentro y fuera de los terrenos de juego. Su actitud le trajo varios problemas con la disciplina celeste.
En la temporada 1949\50 fue denunciado por el club a principios de la misma. La directiva redactaba una nota en la que hacían mención a la falta de disciplina de dos jugadores: Juanín y Antonio Castellanos.
Se tramitó la denuncia a la Federación Gallega para su curso a la española, para que ésta tomara medidas legisladas en el reglamento, solicitando incluso la suspensión de los contratos de ambos jugadores.
Ambos fueron apartados del equipo durante varias semanas, sus comportamientos con el Celta no eran los adecuados y había que actuar en consecuencia con ellos. El presidente Ponte Caride tuvo que actuar con rigidez en más de una ocasión con los futbolistas de la plantilla dirigida por Luis Casas Pasarín.
Este es uno de aquellos casos del típico jugador que puede llegar más lejos y su indisciplina les frena su progresión en el fútbol. El delantero lucense tenía calidad, pero su falta de actitud le impedía tener continuidad en el equipo.
Así fue como abandonó el Celta de Vigo antes de finalizar la campaña 1953\54. Juanín se marcharía a probar suerte por Portugal y fichó por el Guimaraes, poniendo fin a una etapa en Vigo en la que logró 22 goles en 38 partidos. Fueron pocos partidos disputados para las cinco temporadas que estuvo en el Celta, pero muchos goles para tan pocos partidos.
Sus números representan la calidad que poseía Juan Cortiñas en sus botas. Con el equipo olívico haría sus mejores números en Primera División, ya que no se pudo decir lo mismo de su paso por el país vecino y otros equipos españoles.
Juanín durante su etapa como jugador del Celta de Vigo (Foto de Faro de Vigo). |
- Tras su paso por tierras lusas, Juanín ficharía por el Deportivo de la Coruña en 1956, tras pasar por el Atlético de Madrid, con el que no jugó ni un partido. Del club de Manzanares pasaría a jugar cedido en equipos como el Atlético Tetuán y Castellón, con los que compitió en Segunda División.
Para el conjunto deportivista jugaría sus últimos partidos en la categoría máxima, dejando un gol en tan solo dos partidos. Su hermano Emilio también jugó en Primera como miembro del Racing de Santander.
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