¿Te acuerdas de José Quiroga?

- Hubo un tiempo en el que el fútbol pontevedrés estuvo de moda, y no fue precisamente por el Celta, que en aquella década de los sesenta participaba en Segunda División. El equipo que acaparaba toda la atención en Galicia era el famoso Pontevedra del “Hai que roelo”, un grito de guerra que aún no se olvidó en Pasarón.

José Quiroga López no fue uno de sus jugadores más destacados, aunque cabe reconocer el mérito de haber pertenecido a aquella máquina de hacer fútbol que era capaz de sonrojar sobre el césped a los más "gallitos" de la Liga Española.
En su carrera llegó a jugar para equipos como el Betis, Granada y Ourense, habiendo vivido dos diferentes etapas en el club de su ciudad con una escasa participación en Primera División. Aún así, es uno de los pocos futbolistas lucenses que han podido competir en la liga de los grandes.

Nació el 19 de julio de 1938 en Lugo. Conocido entre sus amigos como "Piño", este jugador de banda derecha comenzó en el balompié jugando para el A.D. Ferroviaria, cumpliendo en su categoría juvenil destacando en las filas de esta escuadra de la capital lucense.

En sus inicios jugaba como extremo derecho, pero con el paso del tiempo se fue reconvirtiendo en lateral, ocupando puestos defensivos para aprovechar su bravura y enorme entrega sobre el verde, que antaño era un verde más lodoso.
Siguió compitiendo en el fútbol modesto, participando en Tercera División con equipos como el Avenida de Lugo y el Club Lemos de Monforte. De éste último pasaría al Club Deportivo Lugo, donde ya se labró un buen nombre para llamar la atención de importantes clubes españoles.

Así fue como Quiroga llegaría al Real Betis, equipo en el que no tendría suficiente protagonismo como para brillar con luz propia. Dispuso de una oportunidad en un partido de Copa frente al Hércules en el que además hizo un gol, pero no llegaría a debutar en Primera con la escuadra andaluza.

Entonces se marcharía cedido al Granada, que por entonces se hallaba en Segunda División. Allí tampoco gozaría de muchos minutos, teniendo ocho apariciones a lo largo del curso 1962\63 para después retornar al club verdiblanco.
Así como no había entrado en los planes de Ferdinand Daučík, Quiroga tampoco entusiasmaría mucho a Domingo Balmanya, siguiente entrenador del Real Betis Balompié. Fue su inexistente papel en que le obligó abandonar Sevilla para seguir jugando en Andalucía para el San Fernando.

Tras una temporada en Segunda, otra vez con pocas opciones, José retornaría a su Galicia natal para fichar por el Ourense, con el que también concursó en la categoría de plata, en la que el equipo de As Burgas no pudo mantenerse.

Con un buen número de partidos y buenas actuaciones que elevarían su fama, Quiroga avanzaría pocos kilómetros para fichar por un Pontevedra C.F. que estaba a punto de escribir las páginas más doradas en la historia del club.
Gracias a su fichaje por la entidad de Lérez, el carrilero lucense debutaría en Primera División. Ocurriría inmediatamente, pues Juan Otxoa le haría debutar en la categoría el 6 de enero de 1966, en un partido en San Mamés contra el Athletic que acabó con derrota por 2-0.

Alineación de aquel mítico Pontevedra de los sesenta en la que figuraba José Quiroga.

- Quiroga jugaría tres partidos más en la división de oro española, ya que no tendría sitio al año siguiente en aquella sorprendente plantilla en la que figuraban nombres como el de Martín Esperanza, Delfín Álvarez, Odriozola, José Vallejo e Irulegui, entre otros. Fue un Pontevedra de moda en el que Piño ya no tenía sitio.

El lateral acabaría jugando sin cobrar en el C.D. Lugo, para el que compitió por última vez a lo largo de la temporada 1967\68. Posteriormente se afincó en A Coruña quedando en el recuerdo como uno de los miembros del Pontevedra del “¡ Hai que roelo!”.